Entretenida tarde taurina con la Corrida Andina en el Torokuna...
Escribe: Martín Campos
Villa María
del Triunfo, Lima (Perú) Domingo 14 de abril del 2019. En la
plaza portátil Torokuna, luciendo media entrada, se ha dado la publicitada Corrida Andina. Un festejo mixto en
realidad, con temática local análoga de las flamencas andaluzas, por ejemplo.
Reses de la debutante María Estela proveniente de la región de Arequipa. Adelantados,
desiguales en presentación y juego pero
que se dejaron. Más hecho el tercero. Destacó por su empleo el segundo. Para
los matadores Juan Carlos Cubas y Fabián pareja El Fabi y un novillo para Samuel
Calderón.
Juan Carlos
Cubas, oreja y oreja.
El Fabi,
oreja y oreja.
Samuel Calderón,
silencio.
Detalles:
Hicieron el paseíllo los tres espadas luciendo llicllas andinas a modo de capa de
paseo.
Los waqrapukus
dieron el inicio del festejo en lugar de los clarines tras lo cual les
siguieron parejas de danzantes de Huaylas huancaínos.
Juez de Plaza fue el matador en retiro Daniel Palomino de acertada labor.
Se retrasó el inicio del espectáculo taurino por la
demora de la gente que espera el último momento para ingresar al tendido.
Mal la gente que demora el ingresar al tendido retrasando el inicio del espectáculo. Parte de la formalidad también le corresponde asumir al aficionado. Como desconcertante también el desinterés del "aficionado" citadino que no apoya con su presencia estos esfuerzos por dar toros en la capital.
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Esta tarde en la Torokuna
del sur inmediato de Lima, hubieron tres toreros tres. Dos matadores de toros,
de la tierra. Uno huancaíno y figura nacional que fue por delante debido a su
mayor antigüedad. El otro, un pundonoroso chalhuanquino
de curtida raza. A ellos dos se sumó el novillero puntero y también de raíces
apurimeñas. Los tres dando de sí, con entrega, raza y determinación.
María Estela,
ganadería del campo viraquense, que pasta en la localidad de Curhuani, presentó
un lote de astados aceptables de juego. Altos y cornalones, astifinos.
Destacando por encima de todos el segundo. Ganaderías arequipeñas que estamos seguros darán mucho qué hablar esta temporada y aquí en Lima donde también habrán de participar otras. Como para no verlas con desdén, todo lo contrario, qué bien se apuesten por ellas.
Juan Carlos
Cubas, malva y oro con aplicaciones de lana y motivos
andinos, mostró esa solvencia y sitio que la experiencia adquirida a lo largo
de estos quince años de alternativa le otorga. Abrió plaza con un astado que
tuvo un buen lado derecho y al que recibió dándole el revés del percal. Con la
muleta consiguió extraerle el recorrido que llevaba dentro. Muestra buena
condición para embestir el morito. Con oficio, el diestro huancaíno no lo deja
ir, esconde la franela para luego presentársela cruzándose incitando la
arrancada. Asentado Cubas y a gusto. Al final, un atisbo de mirar tablas y
protestando alguno que otro muletazo, por lo que queda apenas en intento
porfiarlo de rodillas. Estocada entera de efecto rápido para tocar pelo. Oreja.
El salido cuarto fue el más hecho del lote. Castaño
bonito de tipo, armónico pero complicado y difícil de juego. No regaló nada y
con el que Cubas paró mecha, como se dice. Estuvo el matador muy firme ante los
súbitos cambios de temperamento del bonito. Le aguantó hasta que los pitones le
rocen los sobacos. Estocada algo caída de la que dobla. Oreja y que ya son dos
para salir a hombros.
Fabián Pareja,
lila y azabache, tiene raza y pundonor tanto como ese río grande que surca el valle de su natural Chalhuanca, de donde
su hendidura han surgido buenos toreros y aficionados. El Fabi, se justificó
plenamente toreando primero muy despacio y con suavidad al salido segundo que
fue bien por ambos pitones, tuvo la virtud de transmitir y ser repetidor. Empleándose.
A ratos cierto que pegaba el gañafón. Hay un buen quite del banderillero Nilton
Espinoza que cubre a Alonso Mamani tras hacer hilo saliendo de parear. Sobresale
en muleta el pitón derecho del burel. Bernardinas muy ceñidas previas al
pinchazo hondo que resulta suficiente para pasaportar al pupilo de los hermanos
Fernández Delgado. Oreja.
El quinto fue uno negro, muy abierto de cuerna. Basto
y feo de tipo. Lidiado enteramente con luz artificial, se mostró por encima de
su oponente con mucha raza torera. Otra oreja para acompañar al alternante.
Samuel
Calderón, verde y oro, llegaba al festejo tras su indulto
reciente en esta misma plaza. Ha dejado ver mucho sitio, solvencia y actitud.
Recibió al novillo hincando rodillas en tierra a portagayola casi en los medios
mismos. Dos largas cambiadas, luego de pie, un par de mandiles, chicuelina y la
revolera de remate entusiasman al tendido. En el quite intenta por gallosinas
quedando una a medio terminar que se aplauden por las ganas de mostrarse
variado. Brinda al matador Juan Carlos Cubas. Buen inicio con la muleta,
citando desde los medios y alargando el pase todo lo que el buen novillo le
permite. Por ambos pitones, a derecho y al natural hay trazo hondo en cada pase.
Torea con pozo y reposo, dejando en su impronta los olés cayendo al unísono.
Son muy buenas las series barriendo el ruedo con la franela. Tuvo el triunfo
consigo. Destacó nítidamente hasta, lástima, perderlo todo al marrar con la espada.
Dudó al entrar a matar y las dudas matan. Quizás se distrajo con algún
inoportuno pedido de indulto proveniente del tendido. Que cada tarde no es lo
mismo y así es esto. Pero para adelante torero bueno, que a todos
les ha sucedido.
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