Los que no llegaron se la perdieron...buen encierro de Juan pedro Domeqc, cuarta corrida de Feria, domingo 27 de noviembre 2016...
Por Martín
Campos, especial para el Centro Taurino de Lima.
Fotografía de Francisco Gallegos.
Ese poco
menos de un cuarto de asistentes que faltaron para repetir otro lleno
importante, se arrepentirá por mucho tiempo no haber estado hoy en la plaza.
Teniendo al mejor aficionado presente, el sol, se dio la cuarta corrida del
serial de la Feria del Señor de los Milagros, Acho 2016, llamada como es
costumbre “Corrida de la Prensa”, con tres toreros muy dispuestos y entregados,
haciendo cada uno lo suyo y lo que bien pudo ante un buen encierro de Juan
Pedro Domecq que volvía a Lima luego de 16 años, justamente desde que un toro
de este hierro “Halcón”, le permitiera al maestro Ponce cortar el último rabo
en Acho.
Hicieron el
paseíllo el maestro Enrique Ponce,
de tabaco y oro. Alejandro Talavante,
de azul rey y oro; y el mejicano Joselito
Adame, de nazareno y oro. Buen encierro de Juan Pedro Domecq, diremos, para
no ser rigurosos, aceptables que, salvo dos algo terciados, fueron de buena presentación,
muy nobles, con clase, movilidad y juego variado en general. Lo que se encuadra
en el neologismo taurino actual de la “toreabilidad”.
MAESTRO DEL TOREO es el valenciano de Chiva, Enrique Ponce.
Negarlo sería un cretinismo. Con una trayectoria forjada en sus 26 años de
carrera que luce actualmente revitalizada como diciendo siempre por más que
surjan nuevos apretando, aquí estoy yo. Con una capacidad enorme y única para
poner a todos los públicos en la palma de su mano. Una sola mirada al tendido
del maestro provoca de inmediato, emulando la velocidad lumínica, se vuelque
éste a sus pies. Hoy Acho no fue la excepción y cayó rendida ante la enorme
compostura de un Ponce que no dejará ya de entender que Lima lo quiere hasta la
rendición, a veces desmedida y sumisa, como los amores colegiales de los
quinceañeros. Ese amor puesto de manifiesto en la
ensordecedora ovación que Lima le entregó esta tarde. De esas que prodigaron a
grandes como, Belmonte, Bienvenida, Ordoñez o Manzanares, para citar algunos.
Todo
aquello suficiente para sus adeptos, que los tiene por miles en todas partes,
pero de indiferencia para quienes le reclaman esa cuota de emoción que un toro
con algo de genio puede llegar a transmitir y no los cómodos pastueños que no
transmiten sino un libreto ya previsible y por demás conocido.
Dicho esto,
miraremos la actuación del maestro como el común denominador, para no caer en
exigencias ni exquisiteces. Más aún cuanto es sabido las características del
encierro, basados en aquella “toreabilidad” de la que tanto se habla hoy en
día.
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Cartel de toros |
“Alucino”,
bonito castaño de 522 kgs., errado con el 106, bien armado, no se emplea del
todo de salida, es suelto, cuando acude se fija y es pronto al cite del maestro
de Chiva que con sobrado oficio lo pone en el percal echando rodilla en tierra,
a por verónicas gustándose con él. Aplausos que no se hacen esperar. Buen
puyazo de César caro que no instrumenta más por ser cambiado el tercio. Es por
chicuelinas a mano baja el quite vistoso en los medios que remata con preciosa
revolera. Me percato de la pantalla de la cámara del gráfico amigo Pepe Arata
al que le salió un fotón digno de inmejorable cartel de toros ese remate. Luis
Fernández que vino en lugar del inseparable Mariano de la Viña, coloca su
segundo par con aseo. Se aplaude. Cumple Armando Rojas, El Manco, que ya está
plenamente recuperado del puntazo en la ingle recibido hace dos semanas.
Brindis muy sentido en los medios dejando oir estruendosa ovación. Lima está
con el diestro y hace por demás evidente ese feeling. Comienza el trasteo por doblones al toro que le echa la
cara arriba, despaciosidad en los derechazos. La siguiente es de escultura ya
acoplándose, dos por derecha que liga con el de pecho colosal que es otro
cartelazo de toros. Con sobrado oficio lo embarca a media altura y compone la
embestida para propiciar el estallido de olés y más olés cayendo frenéticos
desde los tendidos. Música y se presagia triunfo grande con un toro de clase
que lleva prendido a la muleta. Por la izquierda se le queda un pelín corto y
mueve la cabeza. En jurisdicción del T-9, son ya de uno en uno los
muletazos, tocándolo para que se
arranque y entre en muleta. Le hace un extraño pero aguantando le consigue un
par de circulares eternos. La faena se consolida por el derecho que es el pitón
del toro. Del final las acostumbradas poncinas marca de la casa que encadena
con cambio de mano de sublime estetismo. Se acalla la música y también los
murmullos quedando solo el absoluto silencio imperante colmado de ansiosa expectativa.
Buena estocada ligeramente desprendida que despacha al toro. Fuerte petición de
trofeos que al darse el primero se va diluyendo. Oreja bien otorgada por el
Juez esta vez atinado.
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Metiendo la cara el juanpedro en el remate poncista |
Su segundo,
“Merecedor”, un toro colorado con cara de joven, bonito de tipo, uno de los dos
de menos pesaje, es tenuemente pitado en algunos sectores de sol. El recibo es
probándolo pues le echaba la cara arriba dudando en su acometida. Palomares
fatal con la vara y es pitado al hacer puerta. Denis mejor al segundo par por
todo lo alto. Se va la 10 donde es requerido para dar inicio al trasteo con
muletazos por bajo despaciosos, con mando, embarcando la embestida del toro que
rompe con un punto de bravura. Vale recordar lo afirmado por Juan Pedro Domeqc
cuando define bravura como “la capacidad de lucha que lleva el toro hasta el
momento de su muerte”. Sumado a la nobleza del animal, la mesa está servida
para desarrollar toda la sapiencia de un Ponce en su magisterio. Muletazos por
ambos pitones siendo más potable el derecho. Templanza, mando y despaciosidad,
en cada muletazo, donde intercala cambios de manos, afarolados y el de pecho
que hacen estallar los olés y ponen play a la música. Para terminar el celebrado ballet de poncinas
y un farol que encandilan. Faena de triunfo grande que se emborrona al pinchar
consecutivamente, media tendida y otros tantos con la cruceta. Pese a todo,
tiene a la gente en la mano que al unísono le grita “!!Torero, Torero!!”. El
diestro agradece emocionado hasta las lágrimas sabedor de que se le iba el
puesto en la carrera por el Escapulario. Aunque al principio se lo piensa es
obligado por el público a dar la vuelta al ruedo que es entre clamores como las
de aquellas de tiempos pasados.
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Emocionado Ponce hasta las lágrimas al ser ovacionado |
PEDAZO DE TORERO, es Alejandro Talavante, que vino a Lima con
la misma predisposición con la que lo hemos visto entregándose en toda esta
memorable temporada que ha tenido en Europa y que tampoco está dispuesto a
descuidar el sitio de figurón del toreo que ostenta. Recibe al segundo de la
tarde “Orgía”, negro hosco, de 475 kgs., apenas justo de presencia, por
verónicas en los medios que se jalean por el público y remata con la media.
Cambian el tercio de varas con un puyazo solamente que receta Manuel Cid. Bien
con los palos Salvador Diaz. Pareciera acusar cierta invalidez de la mano
izquierda. Sin brindarlo inicia la labor con la franela por estatuarios.
Naturales llevando al toro que pega saltitos y transmite poco y es incierto aún
así logra una serie muy buena por derecha que remata con el de pecho de rigor
desprendiendo los primeros aplausos para el de Badajoz. La música se enciende
tras una serie ligada por la izquierda por donde tiene más son el juanpedro,
vuelve por el derecho, lo cambia inesperadamente por la espalda, pase de la
firma, en un palmo de terreno manoletinas al son de los olés, olés, pega la mirada al tendido que ya vibra con una
faena que tuvo en sus manos pero sin conjugar del todo. Cuando ya se va
quedando corto lo cuadra para la suerte suprema que ejecuta fallida al pinchar
en hueso luego coloca algo caída con lo que el burel dobla y pasa a mejor vida.
Es reconocido el diestro que recibe fortísima ovación.
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Natural de Talavante |
Su segundo,
quinto del serial, de nombre “ Malcosido”, colorado de 527 kgs. en la romana,
acusa poca fuerza al perder las manos de salida, va por mandiles en los de
prueba para casi no ser picado, apenas “le tomaron la muestra” como apunta José
Arata a mi lado, corrije el maestro Pedro Cárdenas (que se retiró esta tarde luego de impecable trayectoria). En los medios
vuelve a perder las manos y la gente se impacienta. Destaca en banderillas
Valentín Luján que viste el mismo color de su matador. En los medios, donde
brindó al público, rodillas en tierra cambiados que emocionan, ya incorporado
instrumenta por ambos pitones, con mucho poder y hondura, derechazos encajados
y naturales soberbios. Cómo está este año Talavante, inmenso, desplegando un
toreo puro, profundo, fundamental y consolidando su tauromaquia como una de las
mejores. Con el público totalmente entregado, regala una sinfonía de toreo
pleno, acoplándose con un toro que despertó y creció en su muleta sacando clase
y un fondo de bravura. Cambiados, farol invertido y el de su sello personal las
arrucinas antes de volver por derechazos genuflexo exponiendo tanto que en una
le mete un derrote en el pecho que el matador supo controlar y salir airoso.
Todo lo que le hizo al gran toro que tuvo enfrente estaba servido para coronar
en triunfo grande que lamentablemente queda en sonora ovación al matar con una
estocada entera tras pinchazo.
ENTREGA A RAUDALES Y TORERÍA, del mejicano Joselito Adame que ya se ganó un
lugar en el gusto de Acho con esta su tercera participación en la Feria limeña.
Torero de pies a cabeza, en sus andares y maneras. Pechó con un lote algo más
complicado pero que supo sortear con solvencia y mucha predisposición. Recibe a
su primero, tercero del turno, de nombre “Flechillo” con 552 que en pizarra es
anotado como melocotón de capa pero nos dio la impresión serlo jabonero sucio,
los melocotones son jaros claros y jaro es el de tonalidades más rojizas e
incluso rubio. El jabonero, en cambio suele ser más beige o café con leche como
éste. Precioso recorte a una mano que es todo un cartelazo con el que se
propone tomarse al público, su picador José Prado señala arriba, buen tercio de
banderillas destacando Ronald Sánchez y oportuno quite del Manco. Para no ser
menos es retribuido el brindis con sonora ovación que evidencia la creciente
empatía de Lima con la primera figura azteca que lanza larga y alta la montera
que cae boca arriba por lo que, con leve disimulo, ordena al peón acomodar. Que
hay gitanería mexicana pues ya lo ven, desde tiempos de Procuna, el “gitano
mexicano”. Pero el toreo de Joselito Adame nada tiene de gitano ni de espantadas
sino de entrega y estetismo. Con decisión por no quedarse convidado en lo que
ya devenía la tarde, supo capear la embestida incierta de este jabonero que
recela su embestida, no se fija y desparrama la vista. Toro incierto del que el
azteca resuelve con altura y plantando las zapatillas en el albero calando y
conectando para escuchar los olés de un público que estuvo en todo momento con
la terna.
Derechazos con mando, ligando y provocando la embestida. Buena serie
que culmina con el molinete que prende la música reclamada con mayor
antelación. Cruzándose en un arrojo de valor, va por cambiados por la espalda
para girar con los pitones entre los muslos, el morito le protesta los
circulares. Manoletinas muy ceñidas y el desdén cara al tendido para culminar
faena de mucha entrega con estocada desprendida con la que corta un apéndice.
El que
cierra tarde es el sexto “ Dardillo”, negro, de algo menos hechuras pero en la
línea del hierro. Lleva 461 kgs, que aparenta, bien armado, es alegre, galopa
es y repetidor de salida, lo lancea Adame por verónicas para ponerlo en jurisdicción
de Angelo Caro que solo “saca otra muestra de sangre” con un minipuyazo con lo
que es cambiado provocando se pite al juez. El quite es en los medios con zapopinas
a su aire, con el percal muy recogido, ejecutadas con lentitud pasmosa que echa
el vuelo del capote dibujando un cono serpentínico de exultante belleza. Un
capo para ejecutar este lance el mexicano.
Al turno,
Ronald Sánchez casi pierde pies, y destaca esta vez Ricardo Ramos “El Loro”.
Brindis en los medios que se retribuye. Comienza pegado y con una mano en
tablas del tendido siete, lo toca levemente con el filo de la muleta ganado pasos,
pierde el torito las manos, sobre las líneas y un inoportuno que ya se hacía
esperar le grita “en los medios” pero es acallado prontamente. Bien esta vez el
público de Acho. Derechazos y naturales con mando y conduciendo la embestida
del torito que tiene son y transmite. Despatarrado el diestro liga los muletazos y
la banda entona “Silverio Pérez”, son jaleados la serie de naturales para
terminar con ayudados por alto para cuadrar al toro, tras pinchazo acierta al
segundo intento. Ovación.
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Zapopinas vistosas del mexicano Joselito Adame |
Gran tarde
de toros donde los aficionados muy toreristas de Lima salieron satisfechos de
esta cuarta corrida de la serie ferial. El premio a la mejor faena de esta "CORRIDA DE LA PRENSA" otorgado por
el Círculo de Periodistas Taurinos del Perú que preside Carlos Castillo Alejos, se lo llevó por mayoría Enrique
Ponce luego de la votación por miembros del gremio efectuada en la entrada del museo de la plaza.
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Emotiva despedida al varilarguero nacional Pedro Cárdenas |
Otra muy
buena entrada que debió ser lleno total pero que acalla toda diatriba anti
poniendo las cosas en su lugar. Bien por la fiesta y por la empresa que está
saldando positivamente este debut como gestora de Acho lo que avisora con buen
presagio el balance final del quinquenio asegurado.
(MC)