viernes, 28 de abril de 2017

SUEÑOS DE UN TORERO: JULIO ALGUIAR ILIZARBE


"Sería un sueño, poder encontrarme con el maestro Vicente Barrera, siempre ha sido mi ídolo desde niño..."

Escribe Martín Campos

“¡Puerta, Julio…dale puerta..!" resonaba más de una voz, desde el callejón de la plazita de tientas sin que el aludido lograra inmutarse. Es más, parecería que por el contrario, le daba mayor determinación por insistir ahogando de muleta a la brava vaquilla que él se resistía dejar ir.
Justamente, haber hecho un par de presentaciones entre toreros aficionados y ganar  un torneo novilleril el año pasado, reveló al impetuoso y decidido imberbe aspirante, cuyas tan buenas maneras concitaron la atención de gente del toro que le han brindado una oportunidad soñada por todos los que ansían abrirse camino en esto; tanto así que fue el matador Joaquín Galdós Moreno, en gesto altruista que lo pinta de cuerpo entero, quien le abrió la posibilidad de llevarlo a España para que se forme en la Escuela Taurina de Málaga, nada menos.
Nos cuenta que su familia es de Puquio, Ayacucho, “y bueno son muy taurinos, mi madre se llama Lourdes Ilizarbe, hermanos no tengo pero sí un primo, Saúl ilizarbe, que le gusta torear pero lo lleva más como un hobbie…”
También como todo chico de su edad, juega al fútbol  y se declara hincha de Alianza Lima, gusta todo tipo de música, “no tengo un género específico”, nos refiere.
En Acho, durante las tardes de feria, lo veíamos siempre corriendo. En una no le dejaban entrar al callejón apeándose de los trastos de torear en la cuadrilla de uno de los actuantes y varios metimos bulla para que se lo permitan. No tuvo tiempo siquiera para darse cuenta pero la seña de felicidad que embargaba su rostro es una imagen más que se nos quedó guardada de todo ese emotivo esplendor que cautiva el ambiente previo que se vive en los patios de la plaza limeña.
JULIO ALGUIAR ILIZARBE, 17años de edad, tiene muy claro que quiere ser torero. De hecho, condiciones y determinación tiene sobradamente conforme se podrá apreciar de lo que él mismo deja entrever en esta conversación que tuvimos vía whats app:

 --Luego de que ganaras el concurso de novilleros el año pasado, el matador Joaquín Galdós se interesó por ti

 JA:  El matador Joaquín Galdós me apoyó mucho. Después del concurso me llevó a su ganadería a entrenar dos días junto al banderillero Alonso Mamani. Durante esos días me dio la noticia que si me quería venir a España, para ir a la misma escuela donde estuvo. Imagínese, yo no lo dudé y acepté encantado, porque esas oportunidades se dan pocas en la vida. Estuve invitado en su casa y ahí el matador me dio la oportunidad de venirme a Málaga, a la escuela donde él se formó y forjó como torero, y en España me llevó a un par de ganaderías. Un sueño para mí, como imaginará.

--Sabemos que se preocupó desde el principio para que te instales bien

JA: El matador habló con el maestro Fernando Cámara para que yo esté en la escuela de Málaga, y bueno, ahora estoy aquí gracias al matador Galdós quien hasta me buscó un lugar dónde dormir y me explicó cómo era la vida por acá y muchas cosas más que me han ayudado mucho a sobrellevar mi estancia.

Premiado por el matador Joaquín Galdós

--Cuándo te nace la afición y sobre todo la convicción de querer ser torero ? 

JA: A mí me daba bastante curiosidad desde pequeño , porque imitaba mucho a toreros como Vicente Barrera y a otros más. De niño me acuerdo que ponía siempre la corrida del maestro Vicente, Antonio Ferrera y El Fandi, en Acho 2002, donde yo imitaba lo que hacían y me encantaba mucho torear imitándolos. Yo tenía cuatro años de edad y pienso que desde allí  decidí llevar esto en serio. Fue luego, desde finales del 2015, donde los frutos se me dieron muy rápido.

--El maestro Vicente Barrera es muy querido en el Perú y veo que es uno de tus referentes

JA: Ha sido el torero de Lima por mucho tiempo, y se lo ganó a puro corazón, ganas y técnica; el estilo que él tiene es muy personal y eso al público le gusta y sobretodo destacó por su humildad, ahora que estoy en España espero conocerlo. Sería un sueño para mí, ya que como le conté, siempre ha sido mi ídolo desde niño.

--Entonces vino la determinación de ir más en serio, cuáles fueron tus inicios, tus primeros profesores?

JA: Yo comencé en la escuela de Acho que estaba a cargo de Daniel Escudero como director y de profesor Alejandro Boggiano "Gironcito", en el año 2009, donde toreé mi primera vaca en la clausura de la escuela en ese mismo año y estuve en promoción con Samuel Calderón Santiago Espinoza y Renato Motta, entre otros más. Después participé  en un festival en el 2010 en la finca La Esperanza del señor Tito Fernández; luego no vi pitón durante todo el resto de ese año y, al siguiente, incluso decidí dejar el toro por la falta de oportunidades, que hacían desalentador el panorama y también porque la Beneficencia  cerró la escuela  por la lamentable muerte del director Daniel Escudero. Regresé el 2012 cuando se re abrió la escuela a cargo esta vez  del matador Víctor Hugo Garavito , lamentablemente la escuela duró muy poco dejando nuevamente los toros para después volver en septiembre del 2014 pero a la escuela del Potao que estaba a cargo del maestro Alejandro Boggiano, toreando  el concurso de APETASUR y después tuve que esperar  para torear en agosto del 2015 en Carhuaz (Ancash); luego en Catache (Cajamarca)  y posteriormente,  en el 2016, repasé una vaca que toreó el maestro José Ignacio Bullard  , con la que estuve  bien con la mano izquierda.

Con su maestro "Gironcito"

En Acho, con la Escuela del Potao (Foto: Zapata)


--El matador Víctor Hugo Garavito hace posible que acudas a San Simón

JA: Así es, el matador Víctor Hugo Garavito me llevó a la ganaderia de San Simón donde estuve bien, viéndome allí  el maestro Pepe Cruz. Luego llegó la feria de aficionados donde yo creo que fue donde me di a conocer. Después, en el mes de  agosto gracias a Baldomero Cáceres, volví a torear en la ganadería  de San Simón volviendo a torear la segunda feria de aficionados,  en la primera fecha y en la final. Tuve la suerte también de participar en varios tentaderos donde estuvieron los  maestros Joselito Adame y Sebastián Castella. Participé en el concurso que organizó la señora Magaly Zapata, donde fui el triunfador y gracias al cual  pude conocer al matador Joaquín, coincidiendo  también con él  en la ganadería de San Simón donde tentamos dos días  y después  me llevó a su casa a entrenar unos días en su ganadería. Días antes de venirme a Málaga, estuve en San Simón  tentando al lado del maestro Castella. Una vez en España pude ir de tapia en la ganadería de Núñez del Cuvillo , en Albaserrada , en Lora Sangran , en Fuente Ymbro y en Falai Filipe (Portugal)

--San Simón siempre tiene sus puertas abiertas, el señor Sánchez Paredes les apoya mucho

JA: En la ganadería de San Simón es donde digamos que hice mi formación como torero, pude estar once días de tentaderos. Baldomero Cáceres me llamaba en cada tentadero que había y me apoyó mucho.

Ganadería San Simón

--Tu relación con el matador Joaquín Galdós cómo se ha ido desenvolviendo, sabemos que siempre está pendiente de ti

JA: Bueno con el matador Joaquín ya creo que hay hasta una amistad , que me apoya mucho en temas de técnica  y un poco en el campo ya que el está en Sevilla y yo en Málaga  y las mayoría de veces que él tienta son en días de semana en los cuales yo estoy en la escuela.

--Incluso te vimos acompañándolo en su presentación en Ubrique al iniciar la temporada este año

JA: Me fui para allá para darle todo el apoyo  al matador que era la primera corrida de la temporada para él, y bueno, le cortó tres orejas y estuvo muy bien, ahí demostró que es un torero que nunca va a pasar de época , la clase , la torería y el arte que el matador Joaquín tiene , son cosas que pocos ostentan.

En Ubrique, España, con JGM
--Sin duda, Joaquín Galdós es un torero de corte clásico, fino y estético. Aparte de la hondura que posee. Todos estamos pendientes de su próxima presentación en Madrid, en donde si le sale un toro que le embista revienta Las Ventas

JA: Es lo que más desea y yo espero que así será

--Cómo ha sido tu experiencia desde tu arribo a España ?

JA: El primer tentadero que fui en España fue en Núñez del Cuvillo donde me tocó una vaca buena por el derecho y pude disfrutar por ese lado y solo tuve la oportunidad de dar una serie y de ahí llevarla a los corrales, lo que hice con ayudados por alto.

 --Con quién estás acomodado en Málaga ?

JA: En un departamento que tiene el maestro Fernando Cámara, vivo junto a otro alumno colombiano llamado Camilo Hurtado. Málaga me encanta como ciudad  y la gente es muy buena , amigable y solidaria, por ahora solo voy conociendo esta ciudad de España


En La Malagueta con el maestro Fernando Cámara

--Qué te aconseja el maestro Pepe Cruz, a quien por cierto le enviamos saludos

JA: El maestro Pepe Cruz fue quien me recibió junto con su esposa a mi arribo en Madrid, y el mismo día de mi llegada me fui para Málaga. Conversamos algo pero ahora mismo con el maestro hablo poco, debido  a que él está viviendo en Madrid y viaja mucho y yo estoy aquí en Málaga, como le digo. 


--Tuvimos a Marcel Yábar con nosotros hace poco y nos contaba que ustedes son muy amigos. Tenían el sueño por irse afuera y tú te les adelantaste

JA: Sí, Marcelito es muy amigo mío  juntó con Israel Flores y mi primo Saúl Ilizarbe,
entrenábamos con el maestro Daniel Ayala


--Cómo resolviste el tema de tus estudios en el colegio para poder viajar y no perder el año escolar, aparte de ello, la familia cómo ha tomado tu decisión por ser torero ?

JA: El colegio gracias a Dios lo terminé antes de venir y bueno  mi familia lo toma bien felizmente, con las preocupaciones de toda familia  pero con el máximo apoyo que se puede dar. Siendo el apoyo de mi madre y de mi tío fundamentales para mí.

A su arribo en Madrid con el maestro Pepe Cruz

--Volviendo a tu triunfo en el concurso del fundo La Esperanza, te vimos brindándole tu vaquilla a algunas personas del toro

JA: Ese brindis se lo dediqué a las personas que me ayudaron mucho, mi tío Ronald Ilizarbe, Baldomero Cáceres y José Ignacio Bullard, faltó la presencia de Daniel Ayala y el matador Víctor Hugo Garavito , que no pudieron estar por razones de fuerza mayor.

Brindis a quienes le apoyaron (Foto:Ceci Menacho)

--También has participado en los festivales para toreros aficionados que con tanto éxito y afición organiza la ATA con José Ignacio Bullard

JA: Sí, claro, también estuve en las dos ferias de aficionados, que el maestro José Ignacio Bullard organizó y guardo un recuerdo muy gratificante de esa experiencia.


--Allí por más puerta que te daban no soltabas la muleta eso nos reveló tú ímpetu y ganas


JA: Sí, eso es lo que tiene que hacer uno que recién empieza.

Concurso novilleril "Pasión, Fiesta y Tradición"
-- Noto mucha madurez en ti pese a tu edad. Eso es de empaque muy torero

 JA: El toro te hace madurar muy rápido , y más a uno que no está al lado de su familia,  a la que como es lógico, siempre se extraña

 --De momento, cuánto tiempo piensas quedarte en España ?

 JA: Yo voy para el Perú ahora, el 17 de mayo, para hacer los papeles de la visa de estudiante para poder torear con la escuela de Málaga, ya que ahora mismo estoy como turista y no puedo torear ningún festival o ninguna novillada. Estaré entre dos a tres semanas  y de ahí vuelvo a Málaga.


Con Curro Diaz,  Manuel Escribano, Tomás Campuzano, 
Gitanillo de América y Santiago Fresneda, en la Albaserrada 

--Te atreverías a comparar las realidades del Perú con las de España sobre el toro, cuál sería la diferencia más resaltante entre ambos ?

JA: La mejor impresión advertida es la seriedad que se lleva una corrida de toros o una novillada o un festival, incluso un tentadero , otras cosas que rescato son las ganas de superación que tiene cada novillero , siempre hay competencia y desde el respeto hacia al niño que comienza , como al maestro, siempre el respeto por delante y la humildad

 --Cuál es tu referente en el toreo, con quién te identificas o admiras más ?

JA: Yo admiro mucho a toreros como los maestros Morante de la Puebla , José María Manzanares, padre e hijo; Rafael de Paula, Curro Romero, a Luis Miguel Dominguín, Ortega Cano; entre otras figuras del toreo. También me gusta mucho a los matadores jóvenes de ahora como es el caso del matador Joaquín Galdós, José Garrido , Álvaro Lorenzo, por citar algunos. Son toreros con mucha torería.

--Me sorprende menciones a Luis Miguel Dominguín. Eso ratifica que te gusta conocer la historia. Sin eso, por mucha técnica y condiciones, siempre faltaría algo. Se debe beber de la historia para conocer y valorar el toreo

JA: Siempre trato de ver videos antiguos, leer crónicas de esas épocas. Si uno no mira a esos referentes que marcaron la historia del toreo sería muy presumido tratar de imitarlos por sí solo

--Seguro es muy prematuro poder pedirte que te definas en un tipo de tauromaquia pero de cualquier forma, cuál estilo es el que persigues y qué metas tienes fijadas en este camino tan difícil que te has propuesto transitar ?

JA: Bueno el estilo que a mí me encanta es el del toreo clásico , el toreo puro el de toda la vida. Tengo tres metas y siempre lo digo  a quien me lo pregunta:  la primera es ser matador de toros , la segunda es ser figura del toreo y la tercera es salir por la puerta grande de Madrid.

Templando al natural en Lora Sangran, Sevilla

--Pese a lo difícil que es muchas veces tentar oportunidades en nuestro país, hay, sin embargo, un esperanzador auge en la afición de los jóvenes que como tú, sueñan vestirse de luces

JA: Qué bueno sería que den lugar al novillero peruano , al torero nacional.  Por decirte, me alegra mucho que haya una novillada en una feria importante del Perú  como es la de Cutervo. Pese a que con tres novillos no es posible mostrarse bien, yo creo que debería darse una novillada completa de 6 novillos, agotando todos los esfuerzos para ello. Luego, nos den las oportunidades a cada uno de los aspirantes que estamos en la lucha de un sueño, que se haga la Escuela Taurina de Lima  que la empresa prometió.

Muletazo en Finca Mirandilla, del marqués de Albaserrada, Sevilla
--Gracias Julio y no desanimes en tu empeño. No te lo digo por decir, tienes condiciones y convicción suficientes para lograr tus anhelos y darnos satisfacciones a tus paisanos

JA: Gracias a usted, don Martín, por la entrevista y su apoyo, aprecio mucho que se fijen en mi carrera.



© MCF.bocaderiego.blogspot.pe 


martes, 18 de abril de 2017

RAFAEL SANTA CRUZ, LA MARAVILLA NEGRA DEL TOREO

Rafael Santa Cruz
Plaza de Carabanchel,
tu arena se ha puesto roja
con la sangre que te moja
mi torero Rafael...

Escribe Martín Campos 

Esa sonrisa exultante dejaba ver la blanquísima hilera de dientes contrastando con el prieto color de su faz que coronaba aquella espigada corpulencia. Eran, esa figura y esos desplantes socarrones llenos de la festividad de la gente de la color, los que le valían anteponerse al drama tanático de enfrentar a su tauro oponente en el ruedo,  y así meterse al público en la taleguilla. Ese público que lo celebraba y acaso le disculpara alguna carencia técnica en favor de la hilaridad y la sorpresa. Pero el toreo, ya se sabe, ni asomo es de bufonada y como tal, se le respeta.  Por tanto,  no se mal entienda lo que relatamos. Solo re escribimos aquello que las crónicas y el anecdotario de la época han guardado para el recuerdo. “La maravilla negra del toreo”, proveniente de las etnias más puras de la afroperuanidad, derivadas de Guinea o Senegal, supo nacer en medio de una familia que nunca se amilanó ante el señalamiento racial de una sociedad peruana, la limeña más específicamente, heredera de esa tara clasista cortesana de la colonia. Por el contrario, en su entorno familiar surgieron artistas y exponentes de la cultura nacional como lo han sido sus hermanos y descendientes. Recordemos sino ese clamor valiente y altivo de su hermana Victoria, que más que un rechazo significaba un llamado a reivindicar su orgullosa negritud.

Hace unos días nos ocupábamos de un descendiente de japoneses, Higa Mitsuya, el peruano japonés que vistió de luces y llegó a ser “el primer torero japonés del mundo”. Ahora lo hacemos de un afroperuano, al que llamaban también como “Lima con traje de luces”. No fue el único negro peruano que ha toreado. Antes, en los albores del siglo 19, ya lo habían hecho un tal Casimiro Cajapaico y Juanita Breña,  mas en realidad se trataban de capeadores  que a montas de cabalgadura, ejecutaban lo que se vino a conocer como “la suerte nacional”, conforme dan cuenta tanto Manuel Ascencio Segura y luego Ricardo Palma. Lo fue también “El Indio” Zevallos, que más que indígena se dice que era mulato y que fuera incluso inmortalizado por el mismo Goya.  A ellos se suma el referente más cercano de Angel Valdez “EL Maestro” aquel descendiente de esclavos manumitidos, que un 24 de mayo de 1885 diera muerte en la plaza de Acho al temible y mítico toro de Mala, “Arabi Pachá” . Pocos años después, toma la alternativa en Écija, España, Pedro Alfaro Castro "Facultades de Lima" un 21 de mayo de 1929, teniendo como padrino a "Algabeño" hijo. Hubo también un moreno de nombre Epifanio de los Reyes al que anunciaban como "Negro de la Habana" pese a su origen peruano. Luego ya, en los años setentas, surge otro diestro nacional de color, Marcos Méndez, "La Palmera Negra" quien tomó la alternativa en la Plaza de Toros de Acho, el 8 de noviembre de 1970, teniendo de padrino a Sebastián Palomo Linares y testificando el acto, Angel Teruel, ante ganado de La Viña. Participó en las temporadas limeñas de los años 1970 y 1971.

Como vemos, esta multiculturalidad consecuente con las raíces multiétnicas de nuestra nación,  que han prodigado al Perú de una vasta legión de exponentes artísticos en todas las artes y que no han sido ajenos al más sublime y culto de la tauromaquia.
A punta de panalivio y landó, del crujir de quijadas y sonares de cajones, allá en el barrio de negros limeños de La Victoria, donde el tiempo de estrecheces se sopesaba con los cantos y las alegrías de su bullidor espíritu como clara muestra de que el alma posee sus propios ignotos registros y sus apegos subconscientes, ese canto único que ha definido toda una raza que viera nacer al  torero de los Santa Cruz.  

RAFAEL SANTA CRUZ GAMARRA, el “torero de Carabanchel…” que le cantara su hermano Nicomedes,  aquel de la espigada figura y la sonrisa presta al tendido que dejaba ver el resplandor lunar de su blanquísima dentadura, de ese talle que “hacía ver a los toros como simples animalitos”, “la maravilla negra”; nació en el distrito de La Victoria un 3 de julio de 1928. Fue el primero de los hermanos en alcanzar notoriedad a través de su arte y contra toda predicción familiar fue torero, según relata su propio hijo Octavio.
Desde muy joven anheló hacerse torero, quizás llevado por esa misma vena artística que influyó el camino de sus conocidos hermanos, Nicomedes, Victoria y César.
Rafael fue el primero en destacar y el primero que hizo el viaje hacia la España donde materializaría sus sueños de torero. Lo siguió posteriormente Nicomedes quien radicó toda su vida en Madrid.

Con su hijo, su madre y su hermana Victoria
Desde La Victoria emprendía camino por toda la larga Av. Abancay para llegar al puente que franqueaba el paso a través del Rímac hacia la plaza de Acho, donde buscaba tenazmente forjarse conocimientos en la técnica de torear. Tanto así que irrumpió como novillero imponiendo su  espigada figura, su morena estampa y fornida contextura, debutando de luces en  1947 para al año siguiente, aún de novillero, consagrarse obteniendo el recientemente instaurado premio del “Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros”, el cual ese año solo se dieran novilladas y no corridas de toros propiamente dichas.
En efecto, la novísima Feria limeña, que se inaugurara con gran éxito en 1946 y que el siguiente de 1947 dejó ver la estética de Bienvenida, abruptamente el 48 “hizo quebrar su permanencia” ante la falta de iniciativa por hacer empresa creando un vacío sorpresivo y desalentador que si no hubiera sido por “la afición desbordada de personajes como don Oscar del Pomar” que logró remontar la desidia llegando a cubrir dicho vacío con un ciclo de novilladas, algo es algo, donde alternaron aparte de Rafael Santa Cruz, Fernando Alday, Humberto Valle y Juan Guerrero.

Pamplona, 28 junio 1952
Del espigado diestro de ébano, las crónicas de la época dejarían impresas estas líneas: “Valor mostró Valle, medrosidad por el contario, Guerrero, mientras que alguna desgana y cierta calidad, Alday. Sin embargo, la excepcional actuación de Rafael Santa Cruz es digna de destacar con lugar propio. Pese a que por sus actuaciones anteriores haya recibido discutidas opiniones,  ayer el novillero peruano encendió la plaza de clamor y prendió el unánime comentario de su rara, de su magnífica calidad. No vamos a decir ya que es un torero, que conoce todas las suertes, que posee absoluto dominio sobre sus adversarios. Está aprendiendo a torear. Pero sí que ha penetrado hondo en algunos lances y muletazos y que llega a lograr momentos inimitables.  Y no nos referimos a aquellos que surgidos del postismo suelen entusiasmar a las multitudes. Ayer toreando a la verónica, que es el lance más serio del primer tercio y ejecutando el natural que es el pase por antonomasia, lo hizo tan despaciosamente, tan bellamente, tan toreramente, que arrebató al público entero y lo hubiera logrado ante la más exigente de las aficiones taurinas. Porque tanto en unas como en otros embarcó a la res en el engaño, corrió suavemente la mano, templó magistralmente y remató las suertes con majestad, con auténtica solera y calidad.  Este moreno humilde, por su ingenuidad irrisoria que exhibe a veces y por la hondura de su arte, por el chispazo genial que lo inspira, tremendamente impresionante, en otras. Estamos ante un caso desconcertante. Ojalá el tiempo se encargue de afianzar y pulir esta extraña y misteriosa escultura del toreo.” (Manuel Solari Swayne, Señó Manué)

La actuación a que refiere la crónica citada correspondió a la tarde del 31 de octubre de 1948, la cuarta y última del serial ferial, que como ya señalé, ese año sólo se montó “por única vez” con novilladas. El ganado a lidiarse fue del hierro arequipeño de don Víctor Delgado y, conforme narra el doctor Carlos Bazán en su espléndido libro “De Toreros y Gitanos”, Santa Cruz “cuajó una actuación triunfal saliendo a hombros luego de emocionar a la afición con su peculiar interpretación del toreo y su valor espartano”.
Esa actuación le hizo obtener el Escapulario de Oro de la feria limeña.
Retomándose las corridas en la plaza de Acho, el año siguiente de 1949, se da un ciclo estival de cuatro tardes. El 27 de marzo toma la alternativa a cargo de Manuel Alvarez “El Andaluz” y actuando de testigo el peruano-argentino-español  Raúl Acha Saénz “ Rovira”. Esa tarde el toricantano nacional “cantaría misa” cortando nada menos las dos orejas y el rabo a su segundo toro del cual recibiría un puntazo.

De festival con los hermanos Dominguín 

En España

De la mano de Luis Miguel Dominguín, el autodenominado “número uno”, consigue actuar suscitando expectativa y anunciándose como “La maravilla negra del toreo”. Justamente, en Barcelona toma una nueva alternativa el 27 de julio de 1952, de manos del mismo Dominguín como padrino y de testigo contó con Rafael Ortega, enfrentándose al toro "Peluquero".
Sumó en la península, entre Portugal y España, y también Francia, una serie de actuaciones discretas y radicó buen tiempo por allí. Retornó al Perú y siguió actuando en provincias y países como México, Panamá, Colombia, Ecuador y Bolivia.

A dónde marcha el tropel ?
muy claro dice el cartel:
"Solanito, Gitanillo, Santa Cruz y seis novillos,
Plaza de Carabanchel...

Octavio Santa Cruz cuenta que su padre tentó incursionar en la actuación teatral pero continuó con mayor fortuna por el toreo. Se retiró de los ruedos en 1962. Fue padre del desaparecido músico Rafael Santa Cruz Castillo, cultor del cajón peruano, ese instrumento icónico de la música criolla costera y afroperuana que llevara a donde los gitanos de Algeciras, Francisco Sánchez, el genial Paco de Lucía y quien al respecto afirmara: “Este es el instrumento que necesitaba el flamenco. Hasta entonces, usábamos los bongós y las congas, pero aquello era más caribeño, no sonaba a flamenco. Advertí que el cajón peruano tenía el sonido grave de la planta del pie de un bailaor y también el agudo de su tacón.” 

Alternativa española
No queda un alma en el coso,
el sol oculta su esfera,
pero de contrabarrera
se oye un canto quejumbroso,
y entre sollozo y sollozo
una voz que dice fiel:
"Herida tu oscura piel
con mi llanto te acompaña
toda la afición de España
mi torero Rafael..."

(Nicomedes Santa Cruz)

Rafael, el torero de ébano, la maravilla negra, el primer torero negro del mundo, que gustaba vestir de celeste y oro -pero que alguien le llamó alguna vez Lima con traje de luces-  el descendiente de Guineos occidentales, de la sonrisa enorme como su corpulencia, hermano de Nicomedes, Victoria y César, entrañable de Dominguín, del zapateo de  panalivios y agua de nieve,  esos ritmos de gente de la coló, del color zaíno hendido en la conciencia reticente de la cortesana sociedad limeña; muere el 11 de marzo de 1991 en su ciudad natal, la Lima que sucumbió ante la risotada temeraria de sus ceñidísimas manoletinas o se sobrecogiera con el vuelo de su mustio percal. 

© MCF.bocaderiego.blogspot.pe






jueves, 13 de abril de 2017

RICARDO HIGA MITSUYA, "ÚNICO TORERO JAPONÉS"

La fecha de mi alternativa siempre será más importante que mi cumpleaños...

Escribe Martín Campos 

Tres horas a caballo, del Callao a la plaza de Acho y travesía en barco hacia España. Como el vuelo fugaz del capote al lance de verónicas, podría resumirse en esta frase la vida de aquel “chinito”, nikkei en realidad, que llegó a constituirse en “el primer torero japonés del mundo”. Ese hombre taciturno que encierra en su impermeabilidad japonesa la increíble historia de un aventurero que, llevado por su pasión, llegara hasta a codearse con rutilantes famosos como Ava Gardner , Claudia Cardinalle, Henry Fonda, Charlton Heston, Orson Wells y Charles Bronson;  ser adoptado por el papa negro Manuel Bienvenida y recibido credenciales como matador de toros de manos de Sebastián Palomo Linares.

Ricardo Higa Mitsuya o Mitsuya Higa, su nombre japonés, que significa “éxtasis pleno”, matador de toros, hijo de japoneses llegados al Perú por Supe y luego afincados en el Callao, dedicados a la venta de leche proveniente de los establos de vacas de la Maranga. Desde edad muy precoz sintió inclinación por la fiesta de los toros. Cuentan que con otros niños de su barrio en Chacarita, correteaban detrás de las reses que se arreaban bajando desde la sierra camino al frigorífico porteño. En la lechería de sus padres muchos clientes vaporinos eran aficionados a los toros que se reunían a conversar e intercambiar ideas sobre las corridas. Dejaban siempre revistas y folletines taurinos que el niño Higa recogía y guardaba con sumo celo de los ojos de su madre quien en varias ocasiones no solo se las escondía sino que hasta llegó a formar una pila de ellas y prenderles fuego.
Esas revistas eran para el niño cada vez más interesantes, las leía con suma fruición y poco a poco fueron despertando en él su apasionada afición y ansias de convertirse algún día no muy lejano en todo un “matador”. A la postre, llegaría a serlo, con el añadido de haberse convertido en “el primer y único torero japonés del mundo”. Japonés y peruano de nacimiento. Peruano nacido en Supe y chalaco por residencia. Torero, actor secundario de cine y periodista.
Pero a la reticencia de su madre que no aceptaba eso de que sea torero, algo seguramente inentendible para aquella mente oriental,  Mitsuya se pone a estudiar periodismo para ganarse la condescendencia materna. Carrera que luego ya retirado del toro ejerció toda su vida. Fue director fundador del Perú Shimpo, ese emblemático diario para la colonia japonesa que se edita hasta hoy en el cerrado círculo nikkei y que se fundara el año de 1950.

Hay dos versiones que dan cuenta la manera cómo conoció por primera vez la Plaza de Acho. Una de ellas refiere que fue un familiar suyo, un tío paterno japonés, que sufrió persecución cuando la deportación de japoneses y descendientes fue llevada a cabo por el gobierno peruano en apego a la política estadounidense de post guerra.  Este tío japonés de nombre Ransuke que el mismo Mitsuya ya casi no lo recuerda, o tal vez sí para no perder el recuerdo de aquel  hombre que lo llevó por primera vez a la Plaza de Acho, montado a la grupa de su caballo y cabalgando por tres expectantes horas hacia el coso taurino más antiguo de América, sin presagiar que muchos años después su sobrino se convertiría en el primer torero de origen japonés de la historia.

Paseíllo en su debut junto a El Nene y Cucaracha
La segunda versión también tiene como protagonista, o medio de locomoción para ser exactos, la cabalgadura. Resulta que en Chacarita por aquella época de su infancia, era ídolo local un novillero de nombre Fermín Borja “El Espontáneo” . Todo el mundo se le acercaba para tomarlo del brazo, darle la mano y posar juntos. Tenía este torero un caballo y habiéndose percatado del entusiasmo del joven Mitsuya lo invitó a llevarlo a conocer Acho.  Quedaron para un día domingo de corrida. Le advirtió desayunara bien y aparte unos tres panes para el camino. El trayecto a la grupa del jamelgo duraría tres horas. Sorteando las chacras de maizales y camotes, remontaron por todo Carmen de la Legua, pasarían por lo que hoy es la Av. Argentina hasta llegar a Dos de Mayo y salir al Rímac por detrás de Caquetá, yo me lo imagino así de lo que recuerdo muy vagamente pues llegué a ver esos maizales por toda la Colonial en donde como una isla se alzaba la novísima cervecería chalaca de la Pilsen que había mudado en gran parte desde la antigua ubicada en la pampa de los burros, al lado de la Av. Saenz Peña, en el centro del puerto.
El mismo Mitsuya recuerda: “Me encerró en un corral y me dio una revista de chistes. Allí estuve tres horas comiendo mis panes y oliendo boñiga. Luego me senté en sol y vi mi primera corrida. Cuando regresé a mi casa le dije a mi papá que me había ido a bañarme a la laguna de Carmen de la Legua. Igual no me libré de la zurra”.

Tres horas a caballo desde el Callao, presenciando una tarde de toros en Acho, su primera vez en el coso bajopontino, le bastaron para hacerse de la tenaz convicción de hacerse matador de toros.

Alternando sus estudios de periodismo se enrola en una escuela taurina convirtiéndose en maletilla. El gran suceso llega en su debut como novillero actuando nada menos que en la plaza de toros de Acho. Fue hace 56 años, el 2 de abril de 1961, en un espectáculo que concitó mucha expectativa por ver a “ese japonesito que torea” y que se daba en honor a la pujante colonia nikkei. Se solventó gracias a los aportes de un buen amigo suyo con lo recaudado en un tanomoshi (especie de pandero colectivo). Como se aprecia en una de las fotos que insertamos, el festejo contó incluso con un desfile de bellas geishas. Todo un acontecimiento. Alternó en el cartel con Adolfo Rojas “El Nene” y José Scotto. Anunciados como El Nene, Cucaracha y el Japonés, los boletos se vendieron aparte de la clásica taquilla frente al teatro, en bodegas y almacenes nipones del centro de la ciudad. Higa Mitsuya entró a matar seis veces y ante la sorpresa de su amigo, el maestro Montani, que atónito le oyó decir: “…qué quieres es el primero que mato”.
Esto dio asidero a que todo ese recorrido novilleril por el Perú del que se ufanaba Mitsuya haya sido en realidad mucho más exagerado por la inventiva suya, según se lee en una jocosa crónica de Jaime Bedoya. Lo cierto es que sí hizo nutrida campaña por los polvorientos ruedos del interior llegando a colocarse como puntero en el “escalafón” de novilleros, si acaso alguna vez hubo un escalafón tal cual.

Desfile de geishas ataviadas típicamente en Acho
Le siguieron una treintena de actuaciones novilleriles para finalmente dejarlo todo y enrumbar a esa España distante pero siempre adherida en el alma de todo torero que anhela hacerse un camino “de a verdad” en esto del toro.

En 1962 toma determinación y parte a la península a bordo de un vapor. Entre su equipaje llevaba algunas recomendaciones y datos para gente “del toro” que le pudieran ayudar en la madre patria. Llevó muchas pero ninguna le fue útil salvo aquella que ni imaginaría le pudiera servir como en efecto le sirvió. Fue escrita por una monja  amiga del poeta Roberto Dulls quien, a su vez, lo fue del mítico Manolete, recomendándole ante el Papa Negro, Manuel Mejías Rapela “Manuel Bienvenida” quien lo recibió y se hizo su mentor. Trabaron amistad que solo se interrumpiría a la muerte del célebre maestro pocos años luego.
Una vez en España las oportunidades no resultaron muy boyantes, debido mayormente al escepticismo que suponía imaginar a un japonés de torero. Hasta que por fin, y luego que seguro el mayor empeño del Papa Negro haya influenciado para conseguirse un debut en Málaga el 12 de julio de 1964, tras exactamente dos años  de su arribo allende al otro lado del charco. Sus alternantes, el cordobés Manuel Cano Ruíz “El Pireo”  y el malagueño Andrés Jiménez Torres “El Monaguillo” lo miraban con cierto desdén. Mitsuya ni se inmutó con ese insondable carácter oriental que le corría en la sangre. “Debuté bien, corté una oreja y las mujeres me arrojaron claveles y los hombres puros, según costumbres de la época. La gente se acercaba a felicitarme y me daba abanicos para que se los firmase”.


En tanto esperaba ver un pitón en la madre patria, donde las oportunidades le escaseaban, desde ese debut malagueño, para solventarse su estadía realizaba variados trabajos menores.  Tuvo, dentro de esas circunstancias, la suerte que alguien le propuso tentar chance como extra de cine debido a sus rasgos orientales poco advertidos por esos lares en aquellos tiempos. Cosa curiosa, hoy en día los japoneses, chinos y coreanos acuden masivamente a las fiestas de Pamplona y otras. Gracias a estos ojos rasgados tuvo acceso a intervenir en rodajes de corte holliwoodense junto a famosísimos  de la época.  Cuenta incluso, que la misma Claudia Cardinalle, en gesto de compasiva sencillez, hasta les acercó unos refrescos en su propio camerino al grupo de extras que al no contar con uno tenían que soportar el sol inclemente de aquellos parajes de Almería donde se rodaba una película.

Jugó béisbol con Charles Bronson, hizo de mayordomo en una cinta de Orson Wells y hasta de esclavo malayo en Krakatoa…sin embargo su debut como extra en el ecran se da al intervenir en “55 días en Pekín” dirigida por Nicholas Ray y protagonizado por Ava Gardner y Charlton Heston.

Fueron casi ocho años de incertidumbres y sortear al toro de la vida, ese incierto y en muchos casos tobillero animal que el destino nos pone de frente. Hasta aquel 28 de agosto de 1970 en que se doctora como matador de toros al recibir la alternativa de manos de Sebastián Palomo Linares como padrino y testificando Julián García, en la plaza alicantina de Ondara, ante un encierro de la ganadería de Manuel Zeballos. Ese día cortó nada menos que cuatro orejas, según el mismo Mitsuya refiere en una publicación de lo que yo guardo reparos por no haberlo podido corroborar.

En su debut en Acho como novillero
A su retorno a Lima se le ofrece hacer el paseíllo en Acho como matador de toros: “regresé a Lima y mi primera corrida en Acho fue el deshueve. El toro me corneó. Atravesó el escroto. -Tuviste suerte- me dijo el médico de la plaza -el cuerno chocó en el ilíaco. Si no te partía, cruzaba las arterias y en un ratito te desangrabas-. No podía hacer nada. En la enfermería me desmayé. Nunca me dieron otra oportunidad”.
Fue la tarde del domingo 13 de noviembre de ese año, el cartel estuvo conformado por Francisco Rivera “Paquirri”, José Luis Parada y nuestro torero nikkei Ricardo Higa Mitsuya. La corrida era de la Huaca. Parada cortó dos orejas y el rabo de su primer toro. Un faenón. Mitsuya al sufrir el percance que casi le cuesta perder una gónada no salió más de la enfermería por lo que Paquirri, al ser el más antiguo de la terna, tuvo que hacerse cargo del lote completo de su alternante herido. Desorejó al que cerraba plaza, segundo del peruano-japonés.

El mar, ese referente bucólico de toda su vida
Higa Mitsuya, el torero peruano japonés, al que en la España del reposo de Dominguín, la efervescencia de Palomo Linares; de los últimos años de su mentor el célebre Papa Negro del toreo, de los desérticos  parajes de aquella Almería cinematográfica, de sus tribulaciones ante Ava Gardner o la Cardinalle, donde solo se le conocía como “el japonés”, el esclavo malayo, el mayordomo orsowelliano o el partner de Charles Bronson, esa  única y última presentación en su plaza limeña, la de Acho, que lo desahuevó para siempre ya no como esas interminables tres horas de ida y otras tantas de vuelta a lomo de caballo del Callao hacia el coso de Hualgayoc y viceversa, sino de esta su propia historia, lúdica y real maravillosa, labrada desde los albores de su infancia que en sus tiernos anhelos, lo vestían de luces.

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lunes, 10 de abril de 2017

JOSÉ GÁRATE "LIMEÑO" AL CASI CENTENARIO DE SU MUERTE

"Limeño"
Recordando al diestro
peruano-sevillano, miembro de una estirpe familiar de cuatro toreros que la historia del toreo no olvida


Escribe Martín Campos

Hijo del peruano  Enrique Gárate Echenique más conocido como “Limeño” quien se gana el remoteque por su origen al borde del Rímac y cuya carrera prácticamente la realizó en la península, actuando en cuadrillas de toreros de primer orden como Rafael Gómez “El Gallo”, Antonio Montes y Cocherito de Bilbao. Enrique casó con Natividad Hernández, hija del matador de toros sevillano de dinastía Joaquín Hernández Parrao, siendo toreros los tres primeros hijos de este matrimonio: Joaquín, el mayor, banderillero enrolado en la cuadrilla de su hermano José, y Manuel Gárate Hernández, “Limeño Chico”, el menor, que a la sazón tenía 17 años y estaba empezando su carrera como novillero cuando lo llamó la tragedia, poseía “unas cualidades innatas extraordinarias, mereciendo unánimes elogios de aquellos que lo habían visto torear, entre ellos Juan Belmonte, que le había dedicado alabanzas públicas. Era, en ese momento, una gran esperanza de la afición” según refiere Gregorio Alvarez.

En efecto, este Limeño Chico, el menor de los tres Limeños, con apenas diecisiete años, muere trágicamente luego de penosa agonía tras haber sido corneado por el toro Gitano de la ganadería de don Fernando Alvarez cuando sustituía a su hermano Enrique que habría de salir en la cuadrilla del otro hermano, José Gátate “Limeño” en la plaza de toros de Santa Olalla, Huelva, el 25 de agosto de 1914.

José Gárate Hernández  nace en Sevilla en 1895. Su etapa de becerrista y novillero va de la mano con la de Joselito, con quien compartiera cartel en la famosa cuadrilla de  niños toreros sevillanos. Debutó como matador en la Real Maestranza de Caballería el 4 de abril de 1915, iniciando la temporada  junto a Rafael “El Gallo” y Curro Posada, con toros de Anastasio Martín. Le echaron dos al corral, hecho insólito en Sevilla más aún en tan singular fecha.  Repite esa temporada el 20 de abril nuevamente con El Gallo junto a Ricardo Torres “Bombita” ante toros de Guadales.
El doctorado le llega precisamente de la mano del Divino Calvo, por aquel entonces conocido como El Gallo,que le cedió el toro Bucalero, de Campo Varela , y haciendo de testigo el joven Gallito, Joselito; en la plaza de Valencia el 24 de junio de 1913.

Como relatan las crónicas de la época que reseña Fernando Martínez : “Al primero, un toro pequeño y astillado del derecho, toma cuatro puyazos, derriba al jinete y despanza al jamelgo…al tercio de los rehiletes, entró “Limeño” al cuarteo perdiendo pie trastabillando quedando a merced tan solo, y felizmente, con la taleguilla rota; se repone y pidiendo nuevo par de garapullos entra al segundo para dejarlos pasados teniendo la cuadrilla que completar el tercio.

Faena inteligente que comenzó con u superior ayudado  por alto y rematada, la faena, con un pinchazo arriba, dos más y una estocada. Ovacionado.
El colorado, ojo de perdiz, que salió de último, acometió seis veces en el caballo de cada picador, Aceitero y Salsoso, respectivamente, dejando muertas tres cabalgaduras. Ofreció banderillas a sus compañeros y salió primero para clavar un par de frente superior, Joselito con otro al quiebro y cerró el mayor de los Gallo con uno al cuarteo. Inicio la faena con un pase de hinojos para seguir con naturales por ambas manos, tras adornarse cobró una estocada trasera que escupió el animal, otra inmejorable de la que dobla el toro, se le concede una oreja.

El Gallo acabaría con el tercero de un pinchazo cuarto lo toreó con precauciones dando una de sus espantadas, faena enteramente con el pico de la muleta para dar un primer pinchazo en el cuello y volver a entrar de mala manera descordando al animal, escuchando la obvia sinfonía de pitos y abucheos. Joselito cortó un apéndice al que salió segundo del serial, en el quinto volvió a tocar pelo.”
Torea sus dos últimas corridas en Sevilla. El 16 de junio en la Maestranza junto a Joselito y Curro Posada, a beneficio de la Macarena, y el 27 de octubre en la Monumental en corrida de seis toreros para el Club Gallito.

Niños Joselito y José Gárate "Limeño"
Alternó en la localidad francesa de Lunel el 4 de julio de 1920 con Agustín García "Malla" aquel corajudo torero de quien se dice fue el primero en cortar una oreja en Acho y que perdiera la vida justamente en esa fatal corrida a manos de un toro de Agustín Lescot.

Muere en Madrid el 3 de septiembre de 1921 de una angina de pecho, tenía 26 años.


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