Llega a su fin otra edición más de la postinera Feria Taurina del Señor de los Milagros con tremendo cartelazo...
Escribe
Martín Campos
Acho, a lo largo de su historia, es reconocida por presentar rematados carteles conformados por las más afamadas figuras del toreo junto a los principales diestros del escalafón destacados cada temporada. Es más, basta un ejemplo, de esta parte del mundo solo se vio al mítico Joselito hacer el paseíllo en Lima y en ninguna otra plaza más.
De esa solera distintiva que le caracteriza y con la que es reconocida por propios y extraños, Acho y su Feria, pese a todo, han sabido perdurar todos sus gestores, sorteando la infinidad de dificultades que un propósito como éste de hacer empresa en Lima conlleva. Unos mal que bien y otros con mejores resultados, lo cierto es que mayoritariamente hemos tenido temporadas dignas y muchas veces sobresalientes.
El esfuerzo de este año es encomiable, innovador y hasta inusual, pues son muchos los detalles que se deben resaltar lo cual será tema aparte cuando hagamos el resumen de la presente temporada.
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Imaginativa empresarial en beneficio del público |
De momento, nos encontramos en el preámbulo de lo que podría constituir un cierre espectacular y apoteósico, una "semana grande", que curiosamente ya no solo se está dando a la que precedió esta versión de la Feria 2016, sino que, por lo inigualable del cartel, conformado por dos figurones del toreo como son Morante de la Puebla y José Mari Manzanares; junto a nuestro Andrés Roca Rey, figura mundial en ciernes, ese jovencísimo paisano que todo el mundo en todas partes quiere ver y que al solo anuncio de su nombre en los carteles se vuelca expectante para atiborrar cuanta plaza donde actúe. Esto sumado al interés puesto en lo que puedan hacer los toros de la ganadería española de García Jiménez, de encaste Domecq, concita en la afición una expectativa enorme que debería traducirse en otro lleno espectacular como aquel del primer domingo. Termómetro también para aquilatar la real esencia de todos aquellos que se consideren buenos aficionados. Lima, y particularmente los limeños, solo podemos gozar de escasas 5 o 6 tardes de toros en nuestra plaza cada año. resultando muchas veces incomprensible el no estar en cada una de ellas. Claro, se esgrimen muchos factores condicionantes, siendo el primero lo caro del billete, pero ante la imaginativa en beneficio del público puesta en marcha por la gestión actual, ofertando abonos con plazos extendidos, precio especial para jubilados y estudiantes, abono parcial, y éste último anuncio de poner al 50% por ciento el valor de la entrada para la de cierre, dejan de lado cualquier consideración para no dejar de acudir en masa y llenar los tendidos el próximo domingo 4 de diciembre.
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A Morante siempre se le espera |
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Natural portentoso de José Mari |
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Valor que asusta al miedo de paisano ARR |
Muchos siguen lamentándose el haberse perdido la gran tarde de toros del domingo último, no esperen hacerlo aún más al dejar pasar esta cita con el arte inconmensurable de un Morante, que ya debe romper en Acho al influjo del hálito poético que las musas de su sublime inspiración le suelen prodigar; del arrebato profundo de un Manzanares que si reditúa lo hecho esta temporada triunfal de Madrid armará tremendo lío; y con ese torbellino revolucionario del de la casa que ha hecho a todos los grandes poner las barbas en remojo y no dejarse estar, apretados por el bien llamado "efecto Roca Rey". A no quejarse luego, que avisados todos están.
(MC)
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