lunes, 19 de noviembre de 2018

TARDE DE LAS DE ANTES EN ACHO CON LA DESPEDIDA DE PADILLA

Emotividad y grandes detalles de sabor añejo en una buena tarde de toros...

Escribe : Martín Campos

Plaza de Toros de Acho, Lima, Perú. Buena entrada con algo menos de un tercio para llenarla. Buen síntoma que corrobora los presagios que solitariamente hemos anunciado de antes: que la Feria era atractiva y que de darse lo de aquello que sería la Feria del Toro, pues las condiciones para que vaya tomando cuerpo y sabor irían en aumento. A la luz de los hechos, tal cual. La de ayer ha sido una tarde espléndida, donde la contundencia de estos factores ha silenciado el intento fallido de algunos sectores minúsculos por deslucirla. Sabrá Dios si coludidos con ese lunático holandés que expectorado de España y Francia ahora centra su desvarío quehacer en nuestros pagos. No lo permitamos como bien se le controló ni más saltó al ruedo. Verdadero payaso.

A última hora se anotó en las pizarras que la corrida iba conformada por tres hierros, Daniel Rúiz  de Sánchez Arjona y de Olga Jiménez.  Pero la corrida tuvo presencia, fue muy buena de hechuras y serios, astifina y ofensiva cornamenta.  Nada para dar gusto a los que miran solo defectos. Irreprochable.

Ante ellos tres toreros en la corrida anunciada como de banderilleros. Ferrera es claro que no toma ya los palos desde hace un par de años y el público ni enterado exigiéndole hacerlo.
Los tres trajeados de impecables sangre de toro y oro, aprovechando la promoción del sastre.

Juan José Padilla, oreja y oreja en su despedida.
Antonio Ferrera, silencio y vuelta al ruedo muy merecida.
David Fandila El Fandi, oreja y silencio.
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Juan José Padilla ha tenido la deferencia de incluir Acho entre los ruedos donde se despedirá de la afición como torero en activo.
Como no podía haber sido de otra manera, fue ovacionado por toda la plaza, tanto luego del paseíllo como en cada par que ha colocado y más aún al despachar al cuarto toro que quedará para los registros como el último lidiado por el Ciclón de Jerez en Acho como matador de toros en activo. Ovación y cariño que premian una trayectoria épica colmada de heroicidad, entrega y el fragor de sobreponerse ante la adversidad y la tragedia.
Durante los últimos días todo Lima le ha rendido sendos y merecidos homenajes. Por la mañana muy temprano, quizás mera coincidencia, el Ciclón que es fiel y ferviente devoto de nuestro santo más emblemático, fue a cargar sus andas en santo Domingo y vaya que san Martín se lo agradeció pues por la tarde protagonizó una despedida soñada, en triunfo, cortando una y una orejas, salir por la puerta grande del coso bicentenario sin un solo aficionado que le haya objetado nada. No tendrían por qué tampoco.

El primero "Mensajero" que abría tarde, toro negro, chico, bien hecho, cornalón y serio, bonito de tipo, se empleó desde salida por su nobleza y acometividad poniendo con calidad la cara. De trámite es el saludo y para ponerlo al caballo la brega es muy acertada de Daniel Rodríguez. Puyazo hondo de Antonio Nuñez que la gente sin ponerse de acuerdo, protesta. Parea el Ciclón dejándose ver. Compañerísimo están sus alternantes que desde el callejón se mantienen muy atentos. De adentro hacia afuera el par más celebrado. Ovación que trona en los tendidos del viejo coso. Principia de muleta rodillas en tierra pegado a las tablas, sujetando al que viene con fijeza y codicia. En momentos con cierta aspereza enganchando y levantando la cara al final del muletazo como cuando lo desarma inoportunamente. Toro para aprovecharlo. Abaniqueo y la parroquia vibra con el héroe. Estocada entera apenas desprendida. Saltan al ruedo un par de lunáticos cobardes a los que en España y Francia se les impide ingresar mientras que aquí nadie se entera. Felizmente rápidamente neutralizados por la gente de seguridad. Ni mencionarlos. Una oreja es concedida y paseada entre clamores hacia el diestro que coge la bandera de pirata. Escena pamplónica que en Acho se repite.

Su segundo, el cuarto, que queda para los registros históricos como el último a lidiar en activo en Lima, es "Sosito" que manseó en varas y al final terminó mirando tablas. Lo que pudo dar lo aprovechó el pirata en un par de series logradas, ligando y porfiándolo por el pitón más potable que fue el derecho. Acompañando la embestida con mando logró entonar muletazos que prendieron la música. Por izquierda menos claro le pega el achuchón arriba defendiéndose. Molinetes sobre el 11 al que acusa rajarse. Entero el espadazo un pelín desprendido. Otra oreja en atención a la petición que porfió por la segunda pero en buena decisión, el Juez no varió su fallo esta vez.  Paseada entre clamores por el diestro que coge la bandera de pirata. Escena pamplónica que en Acho se repite y emociona hasta las lágrimas de más de un sentido aficionado. Maravilloso. La ovación fue clamorosa en los medios, casi interminable. En Lima se despidió un grande, un héroe y ser humano extraordinario. Hubo fiesta de toros y de exaltación de la dignidad y ética humanas. A despecho de quienes hacían mohínes a esta despedida cuando la empresa anunció meses atrás los carteles de la feria.

Qué toreo para mejor sabor y aire antiguo le ha impregnado Antonio Ferrera a su tauromaquia. Pletórico de ese pozo que el buen hacer, el oficio y la trayectoria le decanta como a los buenos vinos de gama alta.

"Ungido" es el salido segundo. Toro que no se enteró que la tarde era para alegrías pues no las tuvo. Sosete e incierto, pendía en sus arrestos tan solo defenderse, topando más que embistiendo. Pésimo el pedido de la gente reclamando que el matador no coja los rehiletes cuando ya no banderillea. Después hablamos de categorías de la plaza perdidas. Complicó el toro las buenas intenciones del matador. Empeorando al salir del castigo en varas, moviendo la cara por ambos lados sin propósito de acometer sino sobre corto. Perdió aire aumentando sentido en lugar de facultad alguna. Otra vez un impertinente le grita "indúltalo" y el adocenamiento del que hace gala cierto público se manifiesta con su impaciencia. Estocada entera y pitos en el arrastre del toro.

"Artesano" fue un toro importante y de reseña que tuvo la virtud de transmitir y mostrar casta y calidad. Saltó al ruedo dudando si embestir o pensarlo mejor. Como bien nos apuntó el experimentado Kachi, los varios capotazos terminaron por ayudarlo, al final vaya que así fue.  Acometió con fiereza, codicia e intensidad por lo fijo en que rompió. Acho entero vibró con la ejecución de banderillas en las que Ferrera en gesto que se mantenía bajo la expectativa de todos, invitó a sus pares para consumar los tres juntos un culminante tercio del que reciben otra sonora ovación. Acho volvió a encender esa alegría y emotividad de antes. Notable. Características que permitieron a Ferrera desplegarse con él en una lidia emocionante, brillante y profunda. Cincelada en los terrenos y distancias, con temple, ligando y mandando en cada muletazo ante un toro sometido completamente y codiciando el engaño. Faena de emociones y de toreo escanciado de sabor añejo en cada detalle como aquel de echarse la muleta sobre los hombros para citar al inicio con la franela. Cambios de mano, circulares y el pase del Capea que intercala con derechazos y los forzados de pecho. Cuánto derroche de toreo de gusto, de toreo grande y del cual los que asistieron habrán de recordar y agradecer mucho tiempo. Lástima el pinchazo y descabellos tras oír un aviso que fueron injusto final para rubricar una gran faena candidata a Escapulario.


David Fandila El Fandi, sobrado siempre de facultades para los rehiletes mostró, tal como ya lo habíamos visto nosotros en Cutervo este año, mando en su muleta pudiendo solventar las complicaciones que le impuso el tercero de la tarde de nombre "Mocito" al que recibió de larga cambiada y quitó por chicuelinas vistosas. Vencerse por el izquierdo es la característica del morito. Bien lo pone ante César Caro que señala mejor. Sobresaliente en lo suyo que son las banderillas el público le retribuye el esfuerzo. En los medios la cosa va por hacerse de su oponente con suavidad, se le vence por el derecho acusando su falta de nobleza y quedándose corto. A la altura precisa que le pedía el toro, su matador le extrae buenos pases por ambos lados. Desplantes luego de ponerse de hinojos y saliendo muy torero de la cara del toro tiene consigo al público que agradece la entrega. Pincha arriba y al segundo mete un espadazo de libro. Dobla en los medios sin puntilla y la oreja resulta merecida.

Con el que cierra, "Laborioso", tuvo poco colaboración pues carente de chispa fue desinteresado y desganado en la lidia. Faena de mucha voluntad que se estrelló por la sosería del toro que bajó de tono y se vino abajo. Estocada y golpe del verduguillo silenciaron su actuación.

La gente salió contenta de Acho. Buen prefacio hasta donde va la Feria para lo que resta en la  expectativa de romper a más con las dos últimas tardes.


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