Entrevistas
Doctor Carlos Montoya: “El toro es una cofradía, no debería haber enemigos dentro del mismo…”
Por Martín Campos
En breves horas seguramente ya todos conoceremos cuál fue o será finalmente el destino de nuestra bella fiesta de los toros en razón de que el Tribunal Constitucional del Perú ya habrá emitido su esperada sentencia definitoria contra la demanda de inconstitucionalidad interpuesta hace poco más de una año contra la Ley 30407 De Protección Animal por un minúsculo grupo anti taurino y ante el cual pretendido propósito, decenas de miles de aficionados taurinos y galleros se han manifestado copando las calles de Lima hasta en tres contundentes y multitudinarias marchas.
Poco después de comenzado el presente año, en la víspera incluso del debate de tal expectante resolución, conversamos sobre el tema con el doctor Carlos Montoya Rodríguez, reconocido abogado litigante, candidato en alguna oportunidad al decanato del Ilustre Colegio de Abogados de Lima y, como cabal aficionado taurino, postor también un par de veces a hacerse de las riendas de la Plaza de Acho.
Exitoso y experimentado profesional del derecho en materia penal y constitucional, su afición taurina se origina desde su niñez. “Era difícil no estar contagiado por el bichito de la afición puesto que provengo de un lugar del Perú central donde el arraigo por la fiesta es muy grande”, señala con marcado orgullo.
Casado y padre ejemplar, ha sabido inculcar entre los suyos la misma afición por la fiesta de los toros, tal como es habitual verlo acompañado por su familia cada temporada en Acho ya sea en los tendidos o en los previos del Mesón de la plaza.
De sobrias maneras y ampulosa locuacidad, se considera por igual ferviente admirador tanto de Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, los dos grandes y famosos toreros peruanos de la actualidad, sobre quienes es tajante: “La forma de torear de cada uno los define de forma separada, son conceptos expresivos diferentes que muchos no entienden o se empecinan en compararlos para enfrentarlos”.
Para ello lo buscamos en su bunker o cuartel general, el café de la terraza del mayestático Hotel Bolívar, en plena Plaza San Martín y desde donde surge esta conversación que compartimos seguidamente:
─Doctor Carlos Montoya, gracias por concedernos este momento para intercambiar opiniones sobre el momento taurino actual en el Perú…
“Todo lo contrario, amigo Martín, a usted las gracias por permitirme llegar a través de su importante medio de comunicación a todos los aficionados a la fiesta brava. Encantado para lo que se ofrezca”.
─¿Es correcto hablar de un Perú de afición taurina o sería mejor decir que lo es de costumbres taurinas ?
“El Perú no solo es de costumbres sino estrictamente taurino, no solo visto como una cuestión tradicional sino como señalan otros periodistas como Pepe Mata, ahora mismo con esos dos toreros que tiene el Perú (Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós) pues se ensalza con estos dos toreros hoy en día, que aportan un renacimiento y nuevo apogeo a la fiesta brava en el Perú y claro, también en el mundo taurino puesto que la irrupción de ambos ha sorprendido a todos”.
─¿La corriente animalista, el llamado animalismo, se genera como imposición del mundo anglosajón?
“Nuestra cultura que proviene de la península ibérica, no tiene contraposición en cuanto a riqueza histórica con lo anglosajón. Nuestras culturas latinas persisten en el desarrollo de sus tradiciones, cuyas expresiones más significativas como las corridas de toros han prevalecido a lo largo de los siglos por más intentos de atacarlas, antaño con otros métodos y hoy a través de un financiamiento internacional canalizado por ONGs animalistas que existen en tanto el supuesto interés altruista que aparentan se sustenta en razón de esta campaña feroz contra nuestras manifestaciones culturales.
“Los antitaurinos no tienen espacio en el Perú, mire nomás, hace veinte años se daban unos 180 festejos, hoy en día pues esas cifras se han hasta triplicado, solo en la cantidad que se dan éstos. Si hablamos de plazas y cosos de torear sucede lo mismo, cada día vemos que se construyen o montan más”.
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─Estamos al pendiente de lo que finalmente resuelva el Tribunal Constitucional sobre la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por un grupo pequeño de animalistas contra la Ley 30407 ¿Por qué se demora tanto este organismo en resolver el tema?
“El Tribunal está inmerso en fuera de fecha como se dice, sus miembros tendrán que ser renovados al elegirse nuevos magistrados. Entonces daría la impresión que están más avocados a temas políticos. Mas allá de esa consideración, estoy plenamente seguro que el fallo nos será favorable.
“Los animalistas una vez más fracasarán en sus pretensión de afectar la actividad taurina en nuestro país, donde por el contrario goza de buena y mejor salud, sobre todo si detrás de ellos existen personajes como el tal ex congresista Lescano.”
—Luego del fallo del Tribunal, que esperamos nos sea favorable, es previsible que no cesará la arremetida antitaurina…
“Reitero, en nuestro país la fiesta de los toros, goza de buena salud. Basta con asistir a una festividad patronal, una feria como en Cajamarca, o Incuyo, Apurímac, Ayacucho, o en cualquiera otra, hallará la absoluta ausencia de anti taurinos. Para aquellos, la única forma de obtener cierta notoriedad es plantándose a las afueras de Acho hostigando a los aficionados y perturbando el espectáculo. Pero Acho no es todo el Perú, ni mucho menos.
“Es en nuestras provincias, con sus alrededor de 700 festejos taurinos, donde la fiesta de los toros sigue latente y en auge. Más todavía hoy que tenemos a la figura mundial, al mandón de la fiesta, nuestro compatriota Roca Rey cuya irrupción ha reverdecido el culto por la afición no solo en América sino que en España y todo el orbe taurino. Es un torero que surge cada cien años, como Rodolfo Gaona de quien escribió Pepe Alameda universalizó el toreo, o un Joselito, un Belmonte”.
─ Joselito vivía solo y para el toro todos los días. Como dice el mismo Andrés al referirse a cómo asume su carrera…
“Belmonte era apegado a descubrir otras inquietudes, le gustaba mucho leer en sus largos viajes. Ambos revolucionaron el toreo. Su contemporaneidad los complementaba el uno al otro.”
“Andrés tiene una gran personalidad y ese rasgo saltante le imprime a su forma de interpretar el toreo. En él nada es más preciso como sentenció Belmonte: se torea como se es”
─Ciertamente, El estilo es el hombre como también expresaba Leclerc al elogiar las innatas virtudes humanas. Roca Rey da muestra de ello…
“El matador Andrés Roca Rey simboliza el arrojo, el inconmensurable valor que ostenta que lo hace desafiar a la muerte de manera casi natural, espontánea, la empatía desbordante con los públicos de todas partes; por supuesto sus buenas maneras al torear, a todo lo cual le agrega esa prestancia tan personal que posee. Un estilo propio de asumir la vida en general.”
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─El aficionado, de Acho en particular que paga una entrada demasiado costosa, tanto como en ninguna parte. Con razón o sin ella, le asiste el derecho a la crítica. Pero cuando la crítica se reviste de agravio, injurias y mala intención se desnaturaliza y evidencia lo más vil de la condición humana…
“Cuando invocamos el estribillo de ‘la verdad’ muchos caen en conceptos obcecados que los obnubila. La única verdad pura y desnuda es que el aficionado paga su dinero y es cierto que de forma muy cara como en el caso de Acho y tiene el derecho a exigir acorde a ello. Pero ahí viene el peligro al confundir crítica con agravio, recurrir a la bajeza del insulto y la grosería mancillando impunemente la honra ajena.
“Hay desde luego muchísima mala intención, mala leche, y estos recursos no son de ninguna manera modos de los taurinos que siempre nos destacamos por la torería, la educación.”
─¿Cuáles serían, dadas las actuales circunstancias contractuales, los términos ideales para que un empresario pueda hacerse cargo de una plaza tan cara como Acho?
“En primer lugar, que la propietaria la Beneficencia debe sí o sí reducir sus pretensiones económicas. No es posible que lejos de buscar razonables dividendos esquilme de las gestiones empresariales. Al arriendo pactado se le añade abusivamente un porcentaje de cada entrada. Eso es inadmisible. No es lógico ni entendible que los empresarios se permitan aceptar esas leoninas condiciones.
“El espectáculo taurino debe estar exento del pago del IGV, por ser fiesta cultural, no un negocio. El municipio percibe un 10%, impuesto a la renta, etc. De cada boleto vendido un 60% se destina en costos de arriendo e impuestos. Con el resto debo organizar la feria. Resulta casi imposible que cuadren los números”.
¿Entonces cuál sería la solución para revertir esto?
“La solución no es otra que se declare fiesta cultural al espectáculo taurino y se le exceptúe del pago del impuesto general a las ventas y el impuesto a la renta. También que se le otorgue un marco legal nacional”.
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─Volveríamos a esas épocas felices y maravillosas de ver a nuestra plaza colmada de espectadores cada tarde…
“Así es, como en los años sesentas y setentas donde cada temporada no bajaba de unos ocho mil abonados. No existía la angurria actual de una entidad propietaria como la Beneficencia cuyo afán crematístico condiciona para mal la consecución de cualquier emprendimiento.
“Recuerdo que para el 250º aniversario de la Plaza de Acho, con mi socio Justo Benítez, ofrecimos a la Beneficencia realizar dos corridas de toros conmemorativas de forma gratuita, los dirigentes de aquella vez quienes están ahora con problemas judiciales, desecharon la propuesta motivados vaya a saberse por qué no claras razones. Al final, solo pudieron celebrar tan magna fecha invitando un coctelito”.
¿Está de acuerdo con haberse declarado desiertos los escapularios en la pasada feria?
“El Jurado Taurino debe premiar con Escapulario de Oro a la mejor faena, así lo tiene estipulado. No en base a números de trofeos concedidos a un espada. Pienso que gustándome mucho las dos novilladas, la primera corrida con la faena de Roca Rey para mí fue la faena de la feria. Declarar desiertos los premios conlleva calificar que la Feria fue mala; discrepo, no lo fue, tuvo buenos momentos y eso es lo destacable. Los miembros del Jurado no todos son muy entendidos.”
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