Con buena asistencia
de público que ocupó poco menos de media plaza, se dio la novillada que inicia la Feria
del Señor de los Milagros 2016, presentándose la terna de novilleros conformada por el
sevillano Rafael Serna, de
morado y oro; el francés Andy Younés,
de lila y oro; y el de la casa, Luis
López, de grana y oro; que hicieron frente los pupilos de La Centinela, bien presentados, variados de tipo y juego, mansos en
general y alguno más complicado. Destacó el lote tocado en suerte a López.
Invita
Luis López a sus alternantes saluden en el tercio provocando una gran ovación
del público.
Recibe
el francés Andy Younés, que es apoderado por Simón Casas, a “Retoño”, negro, con 450 Kgs. en pizarra,
que es aplaudido de salida, citándolo en el tercio sin fijarlo. Sale suelto y
en el caballo del inagotable César Caro se desentiende haciendo ascos a la
montura, luego al toque de Salvador, ya recarga en la vara. Pita el público que
considera excesivo el castigo al “manso con carnes” que es este primero y al
cual piden sea remplazado. Brega “Salvador Díaz” que alarga un poco para
situarlo en jurisdicción del “ Pato" que pasa mil apuros y libra del percance
ante gran quite de su yerno Denis Castillo que prácticamente lo salva de la
cogida. Comienza con pases por alto el
arlésiens que atisba buenas maneras pero el novillo sale suelto, tantea y
recorta obligando exposición que le hace trastabillar cayendo y
quedando a merced felizmente de resultado inocuo. El manso le exige
credenciales, sobre todo apretándolo por el derecho. A base de capacidad lo
somete por bajo dándole más distancia corrige en algo la embestida del sosete
peligroso. Estocada a tres cuartos que causa profusa hemorragia. Silencio.
En su
segundo, “Príncipe” que sufre voltereta saliendo de la montura al enterrar los
pitones en la arena, no se emplea, pareciera acusar cierto agobio y falta de
interés. Brega el Yuca y Salvador Díaz bien con los palos. Nuevamente el Pato
Gonzáles pasa las de mil y hace hilo por él salvando nuevamente gracias a oportuno
quite de Armando Rojas que la gente de sombra aplaude.
Younés
poco puede hacer, más bien muestra cierta displicencia, ante un torito que es
tardo y echa la cara arriba. Por naturales la cosa no cambia y permite que le
toque el engaño y le derrota, quizás alargando la mano habría logrado conducir
mejor la embestida del novillo que empieza a rajarse. Se ofusca el francés al
no lograr los circulares al manso. Pinchazo arriba perdiendo el estoque.
Segundo intento hasta la gamuza. Silencio.
Es Rafael Serna un torero fino, con lo que se dice tener empaque. Toreo estético y entregado desplegando aires
sutiles que corroboró en cada muletazo de naturales soberbios. Sevillano, de 21 años, había
declarado en la previa que le ilusionaba mucho presentarse en Lima. “Cupido”,
negro zaíno, marcado con el número 71, de 400 kgs., es su primero al que recibe
en el tercio, sale suelto y acusa la misma mansedumbre que su hermano anterior.
Pica Rafael López y brega bien El Loro. Cumple aseado Ronald que tuvo la
gentileza de darnos su capote de paseo en la barrera, y grandes pares de Darcy
Tamayo que recibe la ovación desmonterado. Trató de inciar el trasteo en el 7
pero sin celo, sale suelto el bicho, y no toma el cite con claridad. Es un
manso que requiere torearlo en su querencia donde le consigue una buena serie
de derechazos rematados con el de pecho. Gana pasos y sobre las rayas logra
asentar la mano derecha en sendos muletazos que liga con el de pecho que
conectan y encienden la música. Ya las embestidas son cada vez más recogidas y
en una se le cuela luego de una buena serie final. Puñetazo delantero que no
señala bien, descabello tras dos intentos.
“Plebeyo”,
buenas hechuras, acude al capote algo rebrincado. Cuando lo fija mete la cara.
Destacan el Loro y Ronald que colocan arriba los garapullos. Brinda al público
iniciando con sentidos muletazos doblándose, estupendo cambio de manos. Con la
mano pide calma al público que pide prontamente la música. Un palo le golpea el
rostro y se duele. El morito muestra complicaciones al no fijarse del todo, es
incierto, apenas decidido y se le cuela por el derecho. Aún así ganoso el
andaluz logra una serie que pone a andar a la banda dejando oír “Manolete”.
Agotado no logra comprenderse del todo y mata de una estocada muy baja y desprendida. Silencio.
Sevillano Rafael Serna haciendo su ingreso a la plaza de Acho |
El
nacional Luis López causó gran impresión y desmesurado entusiasmo por parte del
público asistente. A base de decisión y entrega mostró sus tempranas
credenciales. No desentonó en ningún momento, por el contrario sabedor de la
responsabilidad que la oportunidad le presentaba, se metió al sector
mayoritario del público. Con firmeza, valor y férrea voluntad por labrarse un
camino que avizora el surgimiento de un nuevo valor nacional que, llevado bien,
con cautela y sin ensimismarlo de halagos fatuos, podrá lograr ser alguien en
el toreo. Allí, apostamos por el conocimiento, criterio y profesionalismo del
matador Paco Céspedes que lo apodera.
Cruza
el reluciente albero de la sesquibicentenaria para recibir a portagayola, o sea
a la puerta de la jaula, como se decía antaño, a “Ranchero”, negro zaíno de 375
kgs. y marcado con el 69. El mejor del encierro. Siempre de hinojos le
instrumenta tres largas afaroladas que los tendidos jalean, se incorpora y en
el sitio dos chicuelinas ceñidas para rematar con un desplante torerísimo a una
mano. El torito repite y es pronto. Lo lleva al caballo de Joseph Rojas que
señala bien. Hay tela para cortar y en los medios se echa el capote a la
espalda en el llamado quite que es por saltilleras a modo de giraldillas que
algunos confunden con tafalleras. La gente en gesto cursi y no acorde con la
categoría de una plaza como Acho grita “!! Perú, Perú !!”. Buen par de Pedro
Jorge que obliga a Denis a la réplica pero trastabilla. El Manco lo saca de
querencia y brega bien. Brinda el peruano a su maestro y apoderado, el correcto
matador Paco Céspedes Avant que el público reconoce y ovaciona.
Inicia pegado en tablas del cuatro genuflexo con derechazos por alto algo
desaseados al ser enganchados terminando la suerte. Tiene prontitud el novillo,
es alegre y muestra nobleza. Otro con genio seguramente le habría hecho pasar
más de un mal rato pues las entendibles carencias de nuestro compatriota lo
descubrían. No obstante, muy decidido y con la adrenalina a mil supo resolver
lo que el buen novillo le permitía hacer aguantando una barbaridad y calando
con una entusiasta gradería. Fastidia un poco el viento, son de unos los pases
pero pese a dejarse tocar son sentidos. Le apuntan desde el callejón intente
por el izquierdo, que es el mejor lado, hace caso, se cruza y recorre mejor el
novillo. Buena serie que remata con farol y el del desprecio.
Suena
la música, esta vez algo tardía que ya impacientaba al público bullidor que,
pueblerino, palmotea el pasodoble. Casi toda la faena se desarrolla en el
cinco, suenan olés y más olés. La gente se entrega al nacional y está con él.
Para el final pases de oropel antes que termine rajado el burel. Cuadra y
entrar a matar colocando baja la espada. Ante la exigencia y tomándose su
tiempo, el usía es condescendiente y otorga la oreja que el torero pasea entre
clamores.
“Marqués”
es un tío de capa negra como todos sus hermanos, con 405 kilos en la balanza,
errado con el 65, astifino que impresiona de salida aunque de cara púber. Lo
recibe a pies juntos saliendo suelto al primer capotazo. En el segundo pierde
terreno y se le mete por dentro. Remata con revolera muy vistosa. Se le arranca
hacia la monta de Cristián Quiroz que cuida la salida.
Arropado por el público de su tierra novillero triunfador Luis López |
En la
brega bien Denis y Pedro Eduardo Valdez es apurado frente al 2. El torito se
devuelve pronto en el turno del Manco Rojas. Brindis en los medios y el
prefacio es por doblones en el 10 que lo llama. Sale del encuentro echando la
vista a los tendidos el pupilo de La Centinela, no se fija y rehúye. Hace el
esfuerzo y al final entiende que debe taparle la salida logrando sacarle buenas
series de muletazos que se jalean. En uno es desarmado, vuelve con él y a base
de pundonor y raza torera se cierra y expone un montón. Cae en la cara del
astado y queda a merced de los pitones, es arrastrado recibiendo un “raspón”
como nos lo indicara anoche muy tarde su apoderado. Se repone del susto y
aguantando mucho cambia de mano y no liga el de pecho pues el morito le recorta
la embestida. En otra ensaya un farol que esta vez sí encadena con el de pecho
que pone play a la música que nuevamente entusiasma al gentío. Esta vez
comprende por dónde y cómo poderle a un toro que es complicado y le obliga en
buenas tandas vistosas. Ya con un apéndice en el esportón no consigue salir en
hombros pues pincha en hueso al primer intento para finalmente despacharlo con
una tendida y caída que silencia su actuación.
Buen
abre bocas ferial esta novillada que, de medirse por la asistencia y ambiente
de ayer, presagian un lleno de importancia para este próximo domingo 6 que
inicia el ciclo de corridas con la presentación expectante de nuestra figura
mundial Andrés Roca Rey en un mano a mano con el maestro Julián López “El
Juli”. A esto hay que recalcar la grata noticia que el matador nacional Víctor
Hugo Garavito hará el paseíllo como espada sobresaliente. Esperemos se le
permita un quite al buen torero nacional y amigo de la casa.
Para
destacar sin duda ni remilgos lo bien presentada que lució la plaza. Encomiable
labor de la empresa que todos debemos reconocer y agradecer.
Mal el
público comportándose pueblerinamente y restándole categoría a Acho más aún en
estos su 250 años donde lo prudente y aconsejable sería por lo menos enterarse
de su solera y señorío, sobre todo de los nuevos aficionados y por parte de los
antiguos, respetar la tradición de la plaza. De pésimo gusto esos estribillos
de !!Perú, Perú!!. Debe entenderse que los toros son fiesta universal, las
nacionalidades solo quedan para las biografías y referencias de los toreros.
Nos alegra, cómo no, que surjan promesas peruanas, que se consoliden nuestras
ya fulgurantes figuras Roca Rey y Galdós, respectivamente, pero no marear a los
jóvenes como Lucho López con inútiles chauvinismos. Los cantos futboleros
dejarlos para los estadios. Otra cosa, los pasodobles no se deben palmotear por
favor.
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