Roca Rey se hace del Escapulario de Oro cortando cuatro orejas, Manzanares 2 y Morante 1
Escribe Martín Campos
Escribe Martín Campos
Fotos de Francisco Gallegos
La gente totalmente entregada y volcada en masa
a los tendidos de nuestra plaza que celebró por todo lo alto su
sesquibicentenario aniversario con grandioso colofón de una rotunda feria que nos regaló una empresa conocedora, manejada con mucha afición y compromiso
En efecto, con la mejor entrada en muchos años,
donde el público abarrotó los tendidos, se dio la quinta corrida de la presente
edición de la Feria del Señor de los Milagros, Acho 2016, y bajo brillo solar
intenso, hicieron el paseíllo esta tarde del domingo 4 de diciembre, los
diestros Morante de la Puebla, de
malva y azabache; José Mari Manzanares,
de burdeos y oro, y Andrés Roca Rey,
de teja y oro.
Toros de Hermanos García Jiménez, buenos, con juego
variado, destacando el primero, quinto y sexto, siendo el segundo de Manzanares, un gran toro, muy noble y bravo.
Espectacular ovación en el saludo de bienvenida
que Acho acostumbra, haciendo salir al tercio a la terna. Qué hermosa luce la
plaza llena hasta las últimas filas, brindando este colosal recibimiento que
estremece.
Paseíllo en marco de lleno espectacular ayer en Acho |
EL SUTIL ARTE
MORANTISTA
Siempre se le espera y se le esperará al de la
Puebla. Maestro esteta de subliminal concepción artística. Recibe al que abre
plaza, “Derribado”, negro listón, de 474 kgs., lanceando el capote por verónicas
y bonito remate en Morante que
propician los primeros aplausos. Yaco II en el segundo encuentro recarga algo y se
protesta. Cuando se da uno, pitos, ahora que recibe dos puyazos el toro,
también. Desconcertante público de ahora.
Carretero bien en el primer par y mejor en el segundo.
No hay brindis y comienza la faena de muleta
con derechazos por bajo a un toro que mete la cara con clase, tiene son pero es
justo de fuerzas y pierde en una las manos. Va mejor por el derecho que es por
donde pasa mejor aunque le falta un
pellizco de chispa para transmitir. Se descalza para instrumentar un
par de derechazos inmensos que podrían apagar la luz y dejarnos marchar
tranquilos, pases por alto, cambiados y de pecho que encienden la música y
dejan oír los primeros olés. Algo protestón el toro sobre las rayas no
permitiendo el acople total. No va por más y concluye una faena que no alarga
con ¾ de estocada arriba de la que dobla rápidamente el burel. Faena donde el de Puebla estuvo por encima del que le tocó en suerte, dejando verse y a gusto. Ovación.
Le conceden una oreja. Aplausos al toro
en el arrastre y algunos pitos del sector alto del 12.
A su segundo, “Caramelo”, negro, bragado, es
decir de vientre blanco, de 494 kgs., que sale con el morro golpeado, lo lancea
por alto probándolo. Angelo Caro señala bien en un puyazo largo. Destaca Alonso
Mamani en los palos. Brinda al público y va por ayudados, en uno se le vence y
un desatinado le grita” párate en los medios”. El toro acude, embiste y sigue
el engaño pero con escasa transmisión. En la siguiente serie parece despertar el toro
y repite con más alegría logrando una buena serie que devuelve los olés, olés!
Vuelve a descalzarse y pese a la voluntad decae la faena que no tuvo casi nada
por el izquierdo. Estocada desprendida entrando bien. Descabello certero que lo
pasaporta. Silencio.
CUANDO EL TIEMPO NO
TIENE RAZON DE SER…
En la mano portentosa de un José Mari
Manzanares que detuvo todos los relojes en el que salió quinto. Antes, en su primero, segundo de la tarde, de
nombre “Zarabanda” un negro listón de 493 kgs., que es alegre y remata en el
burladero del 4, son por verónicas el recibo en los medios a compás abierto que
remata con vistosa revolera. Pica Pedro José Morales y el tercio de banderillas
no es lucido.
Sin brindarlo comienza por derechazos de gran
factura, con mando y hondura rematando el pase a un toro que aunque tardea algo
es fijo y toma el muletazo. Derechazos por bajo, molinete y cambio de mano que
liga con el de pecho. La banda se echa a tocar y la gente se entusiasma. En la
siguiente lo prueba por el pitón contrario pero es poco lo que ofrece el torito
que le pega un par de miradas y le mece arriba la cara. Se queda y ya casi no
quiere pasar el burelito que tiende a rajarse. Apresurado pese a que lleva la
cara alta y no está cuadrado, entra a matar caminando marrando como era
previsible, tres pinchazos hasta que por fin al cuarto intento sin tomar
distancia entierra la espada en buen sitio que mata casi de inmediato.
Silencio.
La faena de ensueño llega en el quinto, un gran
toro, muy bravo, de lejos el mejor del encierro y de toda la feria, ganador a
merced del Escapulario de Plata. Bautizado como “Veraneante” es negro de capa
con 476 kgs.,al que recibe a gusto por verónicas y que se arranca al caballo
que monta César Caro que instrumenta buen puyazo pero sale perdiendo las manos
el torito y se recuesta a un costado. El quite es magistral por chicuelinas
dinásticas que obligadamente evocan al gran padre del diestro, ceñidas y a
manos muy bajas, olés inmensos bajan
entonces desde todos los tendidos. Gonzáles bien por alto con las banderillas,
al turno de Denis Sánchez le recorta el viaje el toro y pasa en falso colocando
muy bajo. Inicia la labor con la pañosa en una buena serie de derechazos muy
poderosos y templados, embarcando la embestida del toro que tiene mucha clase y
transmisión. La faena es por ambos pitones, con lentitud pasmosa en naturales
de ensueño, larguísimos, consintiendo, endulzando y mimando a su toro para
estructurarle una faena inmensa llena de temple tocándolo apenas para meterlo y
conducirlo en su muleta de la que va prendida su oponente bajo la poderosa
muñeca del alicantino que quiebra tanto como para dejar oír su crujido. Pases
por ambos lados con aire hondo y a ralentí que detienen los relojes y presagian
clamoroso triunfo. Todo en un palmo va por el redondo eterno ligando el de
pecho que vuelca la plaza a sus pies y catapulta al público de sus asientos. Se
divisan algunos pañuelos pidiendo el indulto para el toro que no prospera. Con
la faena hecha y el Escapulario en las manos entra a matar recibiendo dejando espadazo fulminante
del que dobla ipso facto el gran toro de García Jiménez. Le gritan ¡toreo,
torero! Y la plaza es un loquerío en medio de un bosque de pañuelos blancos. Le
concede el juez las dos orejas que pasea entre clamores. Pañuelo azul para el toro. Emocionado el diestro
recoge en los medios un puñado de arena que besa y lanza a los aires en señal
de evocación por la figura paterna del maestro Torero de Lima al que con riesgo
de que nos tilden de hereje pensamos ya está alcanzándolo.
Preciosa revolera de remate |
EL GALLO PERUANO DE
GONADAS DE ACERO…
Si Manzanares ya saboreaba el Escapulario, que
de haberlo obtenido nadie hubiera disentido, hubo uno que aún no resignaría verlo
camino a la Iberia. Ese fue, es y será (hasta cuando Dios mismo se harte de
verlo estremecer al mundo entero) el indómito Andrés Roca Rey, que sale lo
mismo allá que acá, con este o aquél, con lo que le pongan en frente, a no
dejarse ganar, a ir adelante siempre con esa cota de entrega, arrojo, que no de
temeridad suicida como lo señalan algunos en comprensible ansiedad de no verlo
lastimado, porque a Andrés lo queremos todos, propios y extraños, y que pese a
ello no somos nadie para decirle que renuncie a la esencia de su arrebato inconmensurable
que él mismo en muchas ocasiones ha descrito como fundamento propio de su identidad, que por
ahora, como vemos le es irrenunciable.
Verónicas rodillas en tierra de ARR |
“Clandestino” es su primero, el que sale
tercero, negro con 472 kgs., al que recibe con larga de hinojos en el tercio,
lo lleva a los medios con garbo torero
en los vuelos de su capote, remate primoroso a una mano para dejarlo en
jurisdicción de David de la Barra que se agarra bien. Buen par de Ricardo Ramos
“El Loro”. Es atronadora la ovación para el de la casa en el brindis ofrecido
en los medios. Ovación de épocas idas que endulzan los recuerdos y enjugan párpados
humedecidos. Ayudados por alto en el trasteo inicial, pierde la mano el toro
pese a recibir pases sin sometimiento. En una lo cambia inesperadamente por
detrás y pega el sobresalto en las gradas. Mete la cara el torito que es
justito. Pase cambiado y el del desdén. Luego naturales, un farol y la música
se echa andar. Ayudado por alto que liga con un cambiado; por la izquierda muy
bajo esta vez arrastrando la franela. Deja algo abierta la ventana y le mete el
cabezazo. Olés que no tardan en aparecer. Cambio de mano y el forzado de pecho
que es una pintura. Le gritan ¡Torero, torero!. Todo lo hace Andrés y está por encima de su
oponente en todo momento. Toreando de manera superlativa a despecho de aquellos
que aún no tiene convencidos. En los medios manoletinas muy ceñidas, para
preparar la muerte que llega con un espadazo fulminante. Bosque de pañuelos
blancos que se traduce en orden directa al palco de la autoridad que concede de
golpe las dos orejas. Clamor incondicional en la vuelta al ruedo del nacional.
El que cierra en sexto lugar es “Pelitino”,
negro listón de 489 kgs., astifino del derecho, va por dos lances probándolo, rodillas en tierra son hasta
cuatro las verónicas que mece con temple para rematar con la larga. Buena pica
de Joseph Rojas que da la sensación será insuficiente, en el llamado quite el
primer lance alza el capote a modo de tafallera que encadena con gaoneras, un
farol y otra larga para el remate. Requerido Denis va de poder a poder y tras
colocar bien cae y queda a merced del noblote que no hace por él felizmente al
saltar por encima del de plata mientras yace tendido. A su turno muy bien
Ronald Sánchez que ha tenido una buena feria. Lucido el segundo de Denis por lo
que ambos toreros se desmonteran y reciben pedazo de ovación. El tercio de la
feria.
Luego de otra ensordecedora ovación tras el
brindis, inicia genuflexo de ambas rodillas aguantando espeluznantemente el viaje del toro que parece se lo llevará de
encuentro pero tiene ante él uno con más fibra que cualquiera, para sacar la arrucina impensable. Música acompañando los naturales con mano desmayada que
son jaleados por la gente gritando ¡Perú, Perú! Como si fuera el fútbol, cosa
que no nos parece esté bien ni que se cambie el pasodoble por la marinera,
pero, cosas de gustos y colores, finalmente. Luego en la siguiente serie se
deja enganchar al final del muletazo siendo así menos aseados los pases. Vuelve
a la izquierda tratando de llevarlo pero ya se va quedando algo el toro que colabora menos. Cuando le exprimía los del arrimón final es levantado y
le pega una voltereta que a todos acalla, se repone y valientísimo sin mirarse
apenas, otra vez rodillas en tierra le mete la cara a la altura del pecho sin
consecuencias. Le gritan desde el callejón “a por la espada” que coge y mete
otro estocadón de efecto inmediato. Dos orejas que caen tras petición fuerte y
sostenida por la segunda. Vuelta al ruedo con toda la plaza puesta en su
esportón.
Finalmente en ajustada decisión, el Jurado del
Consejo Taurino del Rímac lo declara ganador del Escapulario de Oro del Señor
de los Milagros 2016, por mayoría de ocho votas contra siete obtenidos por Manzanares;
ganando esta forma ARR consecutivamente en dos años el máximo trofeo de la
feria.
El Escapulario de Plata se lo llevó el toro “Veraneante”
de García Jiménez lidiado por José Mari Manzanares.
La premiación se realizó en el Centro Español
entre un gran número de aficionados.
Gran feria la de esta temporada que avizora para mejor las subsiguientes.
Lleno total para el cierre de una gran Feria |
(MC)
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